Una vez más se condenó el bloqueo sobre Cuba / Foto: ONU

1 Nov, 2018 | Un total de 189 países de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se expresaron a favor de una resolución que demanda el cese del bloqueo económico, financiero y comercial que, desde 1960, mantiene Estados Unidos (EEUU) contra Cuba.

En la votación, celebrada en el contexto de la Asamblea General de la ONU, solo EEUU e Israel se manifestaron en contra del levantamiento de las sanciones coercitivas, cuya aplicación ha generado más de 134 mil millones de dólares en pérdidas para la nación caribeña.

De este modo, por vigesimaséptima ocasión consecutiva, desde el año 1992, diplomáticos internacionales rechazaron categóricamente el cerco aplicado por Washington a la isla, señalando que constituye una violación de los derechos humanos al afectar su desarrollo socio-económico.

El proceso de votación se caracterizó por una marcada presión de Estados Unidos en la Asamblea General de la ONU, luego de presentar ocho proyectos de enmienda con el propósito de desacreditar a Cuba.

La primera victoria de la nación antillana fue en la propuesta del método de votación. La embajadora estadounidense, Nikki Haley, insistió en que las enmiendas se votaran por mayoría simple, sin embargo, la mayoría acordó que se requerirían dos tercios de los Estados para la aprobación.

Las ocho enmiendas resultaron rechazadas por los Estados representandos en el organismo mulitaleral. La primera propuesta contó con 3 votos a favor, 113 en contra y 67 abstenciones; la segunda con 3 votos a favor, 114 en contra y 65 abstenciones; la tercera obtuvo 3 votos a favor, 114 en contra y 66 abstenciones y la cuarta resultó con 4 votos a favor, 114 en contra y 65 abstenciones.

En las enmiendas siguientes el resultado fue similar: un contundente rechazo. El quinto proyecto contó con 3 votos a favor, 114 en contra y 65 abstenciones; la sexta, séptima y octava con 3 votos a favor, 114 en contra y 66 abstenciones.

Las propuestas de enmiendas, elevadas como un mecanismo para dilatar el proceso de votación, evidenció el nulo respaldo que mantiene EEUU en la continuidad de su política de agresión contra Cuba.