ASESINATO CALLE LUIS CASTRO / Foto: RUBEN ALBERT

27 Nov, 2018 | Los residentes del sector Conejeros en el municipio Mariño están impactados con el sórdido asesinato de Renielis del Valle Rodríguez, de 54 años, el pasado domingo 25 de noviembre. Los familiares de la victima comentaron que el fallecido tenía problemas con el propietario del terreno donde había construido un galpón en el callejón Luis Castro.

Al parecer Rodríguez y Ángel Longart, propietario del terreno, habían pactado hace años que este construyera un galpón en dicho terreno hace años, pero desde hace meses este le estaba pidiendo desalojarlo, ya que ahora requería esta infraestructura para almacenar mercancía de su negocio “Tecnifrenos San Ignacio”.

Las discusiones verbales cada vez se hacían más intimidantes, hasta el punto que Reinielis Rodríguez advirtió a sus allegados que si algo le pasaba era responsabilidad de Longart.

La noche del domingo 25 de noviembre Rodríguez estaba sentando a las afueras del galpón con una vecina, y escuchó que había gente en el negocio de frenos. Al parecer, este entró a ver que pasaba y fue ahí cuando le cayeron a golpes y se escuchó una detonación.

Los vecinos intentaron entrar por el portón del callejón Luis Castro pero no pudieron ingresar, de repente escucharon un vehículo y corrieron a la entrada de la avenida Fajardo para ver la camioneta Chevrolet beige de Ángel Longart salir a toda marcha con unas bolsas negras en el cajón.

Desde ese momento los vecinos y familiares estaban en vilo, al no saber que había pasado con Reinielis Salazar.

Según explicaron los familiares del fallecido apostados en la morgue del Hospital Luis Ortega los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) fueron hasta la casa de Ángel Longart a hacer las averiguaciones correspondientes y este confesó haber matado a Reinielis Rodríguez, además los llevó hasta el sitio donde habían dejado el cuerpo que es un terreno baldío frente a su casa.

A pesar de esto, los familiares aseguran que el responsable del asesinato no es Longart si no su sobrino “Ángel” quien trabaja como vigilante de “Tecnifrenos San Ignacio”.

El cuerpo de Reinielis Rodríguez presentó un impacto de bala en el área de las costillas y un traumatismo craneoencefálico.

Además, los residentes de la zona decidieron hacer justicia por sus propias manos y saquearon “Tecnifrenos San Ignacio”. En la entrada del negocio se pueden apreciar pintas con insultos y calificativos de “asesinos”.