Toda mujer en edad reproductiva o vida sexual activa debe someterse a chequeos ginecólogos, en especial con la citología. / Archivo

12 Dic, 2018 | Jean Carlos Guerra es ginecólogo oncólogo tras obtener la especialidad en el 2017, luego de cursar estudios en el Servicio Oncológico Hospitalario del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, IVSS, más conocido como Oncológico Padre Machado. Con base a esa formación regresó a la isla de Margarita en enero de este año, región donde continúa prestando sus servicios.

Guerra opina que ese centro oncológico es punto de referencia y de importancia, tanto en Venezuela, como en América Latina. Para su especialización hizo la tesis sobre los tumores en ovarios, pero utilizando una técnica nueva en esa patología que es el ganglio centinela.

A la hora de escoger la temática para dicha investigación, se encontró con escasos estudios en referencia dentro de América Latina y quizás ninguno en Venezuela, de modo que considera que es inédito en nuestro país, lo cual motiva a nuevas fases al respecto, porque hasta ahora existen más estudios pero sobre ganglios centinelas vinculados al cáncer de mama.

-¿Cuál es la importancia de esa temática sobre el ganglio centinela en ovarios?
Porque, dependiendo del lado del tumor de ovario, si está en el lado izquierdo o derecho, hará metástasis a diferentes grupos ganglionarios, y tiene muchas formas, por la vía linfática de dar MT a grupos ganglionarios distintos. Entonces, el tamaño, ubicación, y el tipo de tumor influye hacia dónde estará la metástasis principal.
Ayuda además a enfocar la Linfadenectomia que es un procedimiento quirúrgico a través del cual se extraen los ganglios linfáticos y se examinan para determinar si hay cáncer en el área. También es conocida como disección de ganglios linfáticos.
Aparte de dilucidar cuáles son los ganglios que se deben sacar, se requiere de mucha investigación y ésta puede dar luces sobre las acciones a seguir y dónde están los ganglios, explicó este especialista.

MEDICINA EN LA ULA
Jean Carlos Guerra estudió medicina en la Universidad de Los Andes, hacia donde enrumbó sus pasos porque se mudó de Apure a Mérida, con su abuela Matilde Guerra. Siente que desde pequeño siempre tuvo vocación hacia la medicina.

En el año 2006 egresa de la ULA, e hizo la Rural en San Fernando de Apure, luego contrae matrimonio y se viene a vivir a Margarita. En la Isla cursó estudios en Salud Ocupacional (Unimar), y el postgrado de gineco obstetricia en el hospital Luis Ortega de Porlamar, de donde egresa en el 2013, tras presentar tesis sobre el estrés relacionado con la actividad laboral de los médicos.

CHEQUEO GINECOLÓGICO
En su rol de ginecólogo, recordó la importancia de que toda mujer en edad reproductiva y con vida sexual activa se haga los correspondientes chequeos ginecológicos. Recordó que tanto el cáncer de mama, como el de cuello uterino, continúan punteando, como causas de muerte de mujeres en Venezuela.

Indicó que si bien la citología es un método de pesquisa aceptado universalmente para la pesquisa del CA de cuello uterino, y se puede aplicar a una gran población que en apariencia está sana, a veces de acuerdo a su resultado es necesario ir al procedimiento de la biopsia. Y es cuando se puede detectar la enfermedad en un estadio inicial.

En teoría la citología debe ser masificada, porque es un procedimiento abierto a todas las mujeres en edad reproductiva y que hayan iniciado su actividad sexual, y de hecho toda mujer debe hacerse ese control al menos anual.

Sin embargo, hay que capacitar a quienes toman las muestras, porque recordó que la citología nunca es 100% confiable, y a veces hay lesiones en el cuello uterino, que pueden ser detectadas siempre y cuando estén bien tomadas.

“Lo correcto es que a la paciente se le entregue el resultado de su citología para sus controles y seguimiento”. Aparte de eso el ginecólogo procede a la evaluación con el tacto, porque a veces la paciente no presenta síntomas de un tumor y a través de ello, sí pude darse hallazgo prematuro de una lesión.