Porlamar
28 de marzo de 2024





EL TIEMPO EN MARGARITA 28°C






Sentimientos y afectos: ¿Sensibilidad humana?
El pensamiento es la conexión plena con dicha orientación, es el redescubrimiento de los valores de los griegos clásicos y latinos que enaltece al hombre y sus valores espirituales, su libertad y su naturaleza.
Lidia Salazar Yndriago /Lidia_salazar05@hotmail.com

11 Dic, 2018 | La subjetividad no es algo que figura en una casilla aislada, es una realidad que impregna e interactúa con las diferentes entidades de la personalidad y como tal debe ser tomada en cuenta en toda programación educativa.

Tradicionalmente, se ha creído que el sistema cognitivo humano y el afectivo eran diferentes e independientes, que podíamos separarlos de nuestros sentimientos, preocupaciones, problemas personales (tal como lo exigen algunos gerentes o directivos) y dedicarse de manera normal a su trabajo o actividad intelectual. La neurociencia hoy nos demuestra la estrecha relación de interdependencia que hay entre el sistema límbico y el neocortéx prefrontal, es decir, entre el sistema emotivo y el cognitivo, unidos a través de una gran red de canales de circulación en ambas direcciones.

De esta manera, los estados afectivos adquieren una extraordinaria importancia, ya que pueden regular, distorsionar o inhibir los procesos cognoscitivos siendo necesario cambiar muchas prácticas antieducativas que no crean el clima afectivo requerido para facilitar el proceso de aprendizaje.

Protágoras consideró al ser humano como la medida de todas las cosas, y esta no era sólo una simple frase bonita; era la orientación de su pensamiento y de su acción, una actitud mental que expresa claramente la importancia de la búsqueda de la verdad, de la bondad y de la belleza.

El pensamiento es la conexión plena con dicha orientación, es el redescubrimiento de los valores de los griegos clásicos y latinos que enaltece al hombre y sus valores espirituales, su libertad y su naturaleza. Igualmente el romanticismo con sus exponentes: Rousseau y Víctor Hugo, expresan un verdadero culto a la bondad natural del ser haciendo énfasis en la subjetividad, lo que constituye de ese romanticismo una corriente precursora del pensamiento postmoderno.

El conocimiento no sólo es intelecto, es emoción, intuición, sensación, impulso. Lo pedagógico no puede estar conferido exclusivamente sobre lo cognitivo, sino también en relación con lo subjetivo, existencial, vivencial. Desde esta mirada se plantea que el currículo debe dar igual importancia y tratamiento a lo inteligible y lo sensible, que en vez de separarse deben formar una sólida unidad; es decir, una relación afectiva saludable con la eficacia de la práctica pedagógica.

Estos fragmentos discursivos, metáforas y diferentes actos de la vida cotidiana educativa, están indicando una falta o carencia, indican una necesidad, un camino posible para establecer un lazo entre la razón y el corazón, una urgencia en nuestro acto pedagógico. Hoy más que nunca se hace necesario aprender a pensar y actuar desde la heterogeneidad, multiplicidad, complejidad, pero también, desde los sentidos; un pensar desde un vértigo de la incertidumbre que se presenta en las situaciones diarias del acto pedagógico. En lo misterioso de los aciertos y desaciertos del educador y el educando, aquello que se resiste a ser controlado por la acción pedagógica. Habrá que rescatar lo sensorial, lo subjetivo, lo sensible, lo no racional, del lugar secundario y obnubilado por la cultura actual.

Debemos generar un pensar desnudo, impregnado de cierta nostalgia socrática, desde el cual se nos permita refundar otro pensar que pueda liberarnos de los viejos esquemas y del anclaje de las prácticas pedagógicas descontextualizadas que nos rigen; que reintegre nuestra unidad como seres humanos. Un pensar desde el sentimiento, que no sea sensiblería sino plena sensibilidad.




Contenido relacionado












Locales | Sucesos | Afición Deportiva | Nacionales | Internacionales | Vida de Hoy | Gente Feliz | 50° Aniversario | Opinión


Nosotros | HISTORIA | MISIÓN, VISIÓN Y VALORES