6 Ene, 2019 | El turismo ha sido una de las actividades más importantes de la economía neoespartana, generadora de riqueza, prosperidad y bienestar social, por lo cual podemos afirmar que, en un porcentaje significativamente alto, nuestro estado vive, directa o indirectamente, de la industria del turismo.

Lamentablemente esta relevancia del turismo en la economía de Nueva Esparta, pareciera estar sufriendo en los actuales momentos, una especie de aletargamiento que muchos consideran como un descenso en su vigencia productiva, la cual se evidencia en las últimas estadísticas que exhiben algunos organismos y gremios del sector, en donde la temporada vacacional decembrina se establece como la peor zafra de los últimos 26 años, representando una merma del 47,6% en comparación con la temporada de 2017.

Lo que pone de manifiesto una sensible reducción en las tasas de empleo de los diferentes entes dedicados a la prestación de servicios al viajero, llámese transporte, hospedaje, comida, etc. Lo que refleja un preocupante índice de más de un 40 por ciento de desocupación en la mano de obra en el sector, constituyendo así esta situación una alerta que debe llamarnos a preocupación y disponernos a tomar las medidas necesarias para evitar el decaimiento de una de nuestras principales fuentes de ingreso y generación de empleos, como lo es el turismo en Margarita.

Es necesario reconocer que existen factores coadyuvantes que inciden negativamente en el auge turístico en Nueva Esparta, muchos de ellos y en alto porcentaje, derivados de la situación económica en que se ha visto envuelto el país y que han traído severas consecuencias en renglones básicos para la calidad de vida en la región, tales como el desabastecimiento, la inflación y la violencia, cuyas imágenes son publicadas a nivel nacional e internacional, como proyección contraria a las aspiraciones de paz, tranquilidad, confort y bienestar que desean conseguir los viajeros del destino de su predilección.

Frente a esta situación, pensamos que se plantea con carácter inminente, la implementación de una campaña de relanzamiento del turismo neoespartano, en el que se unan los sectores público y privado, no sólo para promover la oferta de las bondades naturales, paisajísticas, culturales y de infraestructura del estado insular, a través de material de prensa, publicidad exterior y redes sociales, sino que también incorpore a las comunidades en el negocio turístico, asumiendo tareas específicas en las diferentes actividades que ello involucra.