9 Sep, 2019 | Como margariteño siento una inmensa alegría porque estamos celebrando el mes de nuestra Virgencita del Valle, la Patrona de Oriente, de los pescadores y de la Armada venezolana, a quien amamos y veneramos con total fervor.
Las festividades, como todos los años, arrancaron con la Bajada de la Virgen, el 1 de septiembre, cuando cientos de feligreses acudieron a la Basílica Nuestra Señora del Valle, para estar más cerca de nuestra madre. Sin duda fue un evento hermoso que abrió paso a toda una serie de actividades religiosas, culturales y deportivas que se realizan cada año en Nueva Esparta y el oriente del país, en su honor.

Este año celebramos el 108 aniversario de la Coronación Canónica de la Virgen Marinera, un gran acontecimiento de fe cristiana que nos reúne a todos sin distingos de ningún tipo y estoy aprovechando para agradecerle por todas las bendiciones recibidas, por proteger a mi familia, a los neoespartanos y a todos los venezolanos con su Manto Sagrado.

Hay miles de testimonios sobre las acciones milagrosas de nuestra madre y por ello en estas fechas también estoy rezándole con más fuerza que nunca por la paz en Venezuela, por el diálogo, la hermandad y la unión de nuestro pueblo. Le pido a nuestra Patrona que nos ilumine y nos guíe siempre por el mejor camino para que nos permita tenderles la mano y servirles a quienes más lo necesitan.

Hago una petición especial para nuestros pescadores y acuicultores, para quienes encomendándose a la Virgen del Valle salen cada madrugada a faenar, en la búsqueda de alimentos para sus hogares y los de cada rincón de nuestra patria. Todos están haciendo un gran trabajo. ¡Bendícelos y cuídalos siempre!

Les pido a ustedes que aprovechemos estos espacios, esta gran movilización de fe, para reconciliarnos como hermanos, como venezolanos, como hijos de Dios y de nuestra madre la Virgen del Valle. Nuestros hijos y familias, nuestra sociedad y nuestro país nos necesitan unidos, remando en una misma dirección, accionando en positivo y trabajando a favor de los más necesitados. Vamos a hacerlo, luchemos juntos por un futuro mejor para todos, resolvamos los problemas que nos aquejan en conjunto y así honraremos de verdad a nuestra amada Virgencita. Reciban un fuerte abrazo.