Maria Zajárova, portavoz oficial del Ministerio de Exteriores de Rusia. / Foto:Archivo

8 Nov, 2019 | El Gobierno de Rusia rechazó las especulaciones difundidas por un portal web báltico sobre la presunta interferencia de la nación euroasiática en los asuntos internos de Bolivia.

"Rechazamos este tipo de insinuaciones, las vemos como una provocación, un ejemplo más de las 'fake news' contra las que lucha el mundo entero", declaró la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, este viernes, reseñada en el portal web Sputnik News.

Recalcó que dichas acusaciones son infundadas y están basadas en una fuente noticiosa falsa por parte de una plataforma digital registrada en un país del Báltico, financiada por patrocinadores extranjeros y que además pretende hacerse pasar como un medio ruso.

"Si alguien tiene información concreta sobre infracciones de la legislación boliviana, los hechos deben ser examinados en el marco de los mecanismos de asistencia jurídica recíproca entre los dos países", remarcó.

La violencia callejera y desestabilización promovida por la oposición en Bolivia comenzó al día siguiente de las elecciones que se realizaron el 20 de octubre en las cuales el presidente Evo Morales fue reelecto con 47,08% de los votos del pueblo, con 100% del escrutinio.

Las acciones radicales promovidas por la oposición han incluido bloqueos, cierre de fronteras y toma de instituciones públicas.

El ministro de Defensa, Javier Zavaleta, acusó al dirigente opositor Luis Fernando Camacho de incitar a la violencia y promover actos de desestabilización en el país.

"El responsable de la situación de conflictividad que vive hoy Bolivia es el líder cívico por instar a radicalizar las protestas", afirmó el ministro, quien instó a Camacho a la pacificación de sus seguidores, reseña Prensa Latina.

Por su parte, el Gobierno de Bolivia ha denunciado que estas acciones obedecen a un plan golpista. Sin embargo, la auditoría oficial concluye que las elecciones en Bolivia están “viciadas de nulidad” y habrá que repetirlas. El Pueblo en la calle pide nuevas elecciones con supervisión de la OEA.