7 Ene, 2020 | No habíamos escrito el presente artículo hasta no tener información de la elección de la Junta Directiva de la Asamblea Nacional.

En el Palacio Legislativo no hubo sesión porque no había quórum, ni mucho menos votación alguna. Lo único que se pudo ver fue un descomunal atropello y abuso de poder del régimen contra la voluntad popular. Hace 172 años que no ocurría un acto de barbarie contra el Congreso cuando José Gregorio Monagas y sus turbas lo hicieran en 1848. Que retroceso y que vergüenza.

El régimen asumió una posición gorila y dictatorial. Desde la madrugada comenzó el hostigamiento cuando allanaron un hotel en Caracas donde estaban alojados unos 40 diputados de la oposición que están comprometidos con la reelección de Guaidó. Al mismo tiempo centenares de guardias nacionales y efectivos de la policía nacional bolivariana montaron piquetes y obstáculos para impedir la entrada de los diputados de la oposición, al Palacio Legislativo revisando y en muchos casos secuestrando sus credenciales. También montaron un puesto ilegal de credenciales a la prensa en el Teatro Municipal para solo dejar pasar al hemiciclo a los diarios y medios oficialistas, mientras la prensa libre y los medios independientes y democráticos le impedían su acceso con militares y policías.

En medio de semejante despliegue de abuso de poder observamos que al presidente del parlamento Juan Guaidó no lo dejaron entrar y cuando intentó saltar la cerca del Palacio Legislativo fue agredido por la Guardia Nacional. Esto es absolutamente intolerable. Que papel tan triste e innoble están cumpliendo algunos miembros de ese cuerpo militar.
Luego, se pudo observar por la televisión oficial apenas por unos dos minutos en medio de un desorden como en el hemiciclo un tal diputado Parra sin quórum ni votación se “juramentaba” como “presidente de la Asamblea Nacional”. Toda una bufonada y una ridiculez que intentará “refrendar” el alcahuete “tribunal supremo de justicia”.
Pero la Asamblea Nacional fue rescatada y se reunió con quórum y con el cumplimiento del reglamento interno en la sede de El Nacional y esos diputados “juramentados” pasarán a la historia como peones, tontos utiles, tránsfugas y directo al basurero de las traiciones a su pueblo.

El régimen de Maduro ha cometido un gravísimo error que agravará la crisis y tendrá seria repercusión internacional. No es cualquier cosa lo que han hecho llevados por el desespero, la ambición de poder y la corrupción.

Guaidó en su carácter de Presidente legítimo del Parlamento resultó reelecto, Juan Pablo Guanipa como primer vicepresidente y Carlos Berrizbeitia como segundo vicepresidente con el respaldo de 100 votos.

Si el régimen considera que es un triunfo instalar una directiva falsa de la Asamblea Nacional, los acontecimientos por venir le indicarán todo lo contrario.
Hoy, el régimen ha sido derrotado por la valentía de los diputados de la Asamblea Nacional. Un parlamento en resistencia como lo calificó Guaidó que hizo un discurso sobrio donde llamó a la rectificación y a la unidad”. Venezuela cuenta con hombres y mujeres que son se rinden ni se venden “expresó emocionado.
Que lección de dignidad ha dado Guaidó y los diputados del Parlamento.