30 Abr, 2020 | Aproveché que este jueves estuve en casa de mi hija para meterme en internet y leer la edición digital del día del Sol de Margarita, portal que, entre otras muchas informaciones, publicó unas declaraciones del Presidente de Fedeindustria, en las cuales este sujeto afirma en Venezuela tiene un 90% de abastecimiento de medicinas.

Tal aseveración primero me llenó de estupor y confusión, y luego me produjo una gran calentera, al comprender que ese señor, con la más absoluta falta de respeto, se había atrevido montar una mamadera de gallo a costa del sufrimiento de los venezolanos, particularmente de quienes padecemos enfermedades crónicas, a quienes se nos está escapando la vida por no tener acceso a los medicamentos que nos son vitales, primero porque no los encontramos y, segundo, por no poder pagarlos cuando los hallamos.

Una pregunta vino a mi mente casi de inmediato: Si no encontrábamos los hipertensivos, las pastillas para la circulación, la metformina y la insulina para la diabetes, los remedios para ayudar al corazón, entre otros, cuando no había pandemia, cuando el aparato productivo medio funcionaba y el precio del dólar no se había disparado como lo ha hecho en estos días, ¿Cómo es que en medio de la actual crisis, la gente de Fedeindustria ha logrado producir tal cantidad de fármacos que han logrado cubrir hasta el 90% de la demanda?

Se me ocurre que, si no es una mamadera de gallo, es que esa federación está capitalizando todos les remedios que se han dejado de vender en estos días y por tal razón es que tiene los depósitos llenos. Si no es así, entonces el jefe de los pequeños y medianos industriales, cuya organización por cierto ha venido bailando pegado con el régimen bolivariano, tendrá que explicarnos ese milagro al que se ha referido, de tal manera que lo pueda entender un niño de cinco años y un adulto mayor de 63.