AT&T no regresará al país. / Foto: CORTESÍA elinformador.com.ve

26 May, 2020 | Caracas. Conatel instruyó el viernes a la empresa Galaxy Entertainment de Venezuela S.C.A (DirecTV Venezuela) a restituir el servicio de televisión por suscripción en un lapso de 24 horas, señala nota de el informador.com.ve

En un comunicado dirigido a la empresa y publicado en la cuenta de Twitter del organismo público, fechado el 22 de mayo, conmina al cumplimiento de la sentencia 0064 emitido por la Sala Constitucional del del TSJ, la cual falló a favor de la demanda interpuesta por el Comité de Usuarios y Usuarias y ordenó la restitución inmediata de la señal, así como la ocupación de todos sus bienes.

Sin embargo, cronológicamente vencido el plazo de 24 horas, contando desde la fecha de la misiva, a este domingo 24 de mayo aún el servicio de Direct TV no ha sido restituido, tampoco su página web para Venezuela, mientras que su cuenta en Twitter no se actualiza desde el 19 del corriente.

El periodista especializado en temas de comunicaciones, Fran Monroy, a través de su cuenta de Twitter, @fmonroy publicó algunas consideraciones técnicas sobre la reactivación del servicio.

Respondiendo inquietudes de seguidores, asegura que Conatel por sí sola no puede prestarlo, por lo que descarta que la ocupación de los bienes pueda resolver de alguna forma el problema, aun cuando la medida es completamente legal y amparada en la Ley de Telecomunicaciones.

“Tú puedes ordenar que Directv re-arranque, y puedes tomar las instalaciones con la Guardia, pero en Dallas, Texas, es que autorizan la subida al satélite. Por lo tanto, unilateralmente no se puede arrancar el servicio”, explicó.

Asimismo, aclara que no pueden usarse otros satélites porque no son compatibles con los decodificadores ni con la orientación de las antenas que hay en Venezuela.

«Si el gobierno no pudo poner a andar a Cantv Satelital, ni a la TDA luego de la muerte del satélite Simón Bolívar hace hoy 70 días, ¿qué les hace pensar que pueden arrancar Directv?», destacó.

Vale recordar que las causas del cese de operaciones del Simón Bolívar aún resultan una incógnita.

Unos justifican que fue el agotamiento de su vida útil. Sin embargo, cuando en 2008 el Venesat-1 entró funcionamiento, se explicó que ésta se estimaba en 15 años.

Otros sostienen que fallas técnicas lo sacaron de órbita y, por tanto, de funcionamiento.

Es el caso de Monroy, quien explicó para todosahora que el satélite -lanzado a un costo de 500 MM de dólares- tuvo un problema el 13 de marzo de este año y sus paneles solares que le permiten dar energía a las baterías y motores, estallaron impidiéndole estar geoestacionario en su órbita respecto a Venezuela.

Está a punto de caer en una zona que es la basura estelar, donde quedan los satélites y cohetes sin uso, basura que se acumula con el tiempo. Puede pasar millones de años sin degradarse, dice.

Además de recordar que, en su momento, acusaron fallas de fábrica en el aparato, Monroy explica que esa es la causa de las fallas en los servicios Cantv y de televisión que durante esos días se presentaron el país.

El gobierno aseguró en aquella oportunidad, sin extenderse mucho en explicaciones de la falla, que ya trabajaban en la activación de los servicios prioritarios para la ciudadanía.

Sobre el uso en Venezuela de decodificadores de otros países, explica que, técnicamente es posible, pero imposible legalmente. Aun siendo posible desde el punto de vista tecnológico, estaría sujeto a limitaciones como el pago en divisas, la cantidad de canales disponibles y el procesamiento de quejas y reclamos que, obviamente, no se resolverían en el país.

Con todo eso, desde el punto de vista jurídico, el Estado podría actuar en contra de quienes opten por esta opción. De allí que, para muchos conocedores del tema, la hipótesis de que Direct TV pudiera transmitir desde Colombia para todo el país, está descartada.

La situación no es sencilla. William Peña, también periodista especializado en telecomunicaciones, considera que “no hay forma, ni porque le metan millones de dólares (en telecomunicaciones) al mercado, de que en los próximos seis meses se pueda solventar este problema”.

Acota que, en lo sucesivo, se irán viendo más elementos. Por ejemplo, revela que “varias operadoras pequeñas (de cable) van a dejar de transmitir canales que eran contratados primero por Directv. De hecho, se verán afectadas las televisoras piratas que robaban transmisiones y las revendían en sus comunidades”.

Sobre opciones inmediatas para resolver el vacío en la televisión satelital del país, tanto William Peña como su colega Fran Monroy, coinciden en que ninguna empresa está en capacidad de cubrir lo que dejó Direct TV.

Por un lado, Movistar, que operará en Venezuela hasta 2021 y busca a quien venderle sus clientes, estimados en unos 300 mil. Inter, por el otro lado, que aun cuando ha trascendido que ordenó la compra de más decodificadores para atender posibles nuevas suscripciones, Peña considera que “no tiene infraestructura, equipos ni técnicos para capitalizar en estos momentos los más de dos millones de hogares que a Direct TV le tomó 23 años consolidar.

“Y, lo más importante, no existe seguridad jurídica en el país ni garantía de que cobre tarifas decentes para poder hacer inversiones cuantiosas y sumar clientes”.

Otro comunicador, Arnaldo Espinoza, acota que las aplicaciones de streaming (transmisión continua por Internet) como Netflix, Disney+ o Amazon Prime, no son una opción. Al menos no una opción masiva en tanto se reducen a quienes puedan pagar el servicio en dólares y dispongan de un VPN para acceder a contenidos que normalmente no están disponibles en Venezuela, declaró para eldiario.com.

¿Y la Tv viejita?

Para sorpresa de quienes no lo sabían, en Venezuela la televisión por señal abierta, tanto analógica como digital, si bien no está muerta, agoniza y dicen que sin esperanza. Direct TV era como una suerte de ‘trampolín’ para que muchos canales nacionales pudieran ser sintonizados.

Por eso su salida descalabró la televisión en el país y Fran Monroy con propiedad llama “cisma” a este capítulo de la historia de las telecomunicaciones venezolanas. William Peña remata:“te están apagando la televisión de forma absoluta”.

Es tal el alcance que afecta hasta a emisoras de radio. Monroy explica que varios circuitos de radio conectaban sus respectivas emisoras a la señal que emitía la matriz de Caracas a través de decodificadores de la empresa norteamericana, y cita como ejemplo el Circuito FM Center y Unión Radio.

Volviendo a la vieja TV analógica, dice Monroy que las señales abiertas dejaron de ser tratadas como prioridad.

Muchos de los transmisores de señal abierta de distintos canales (Televen, Venevisión, Canal i) ya no contaban con microondas para enlazar con las antenas repetidoras y hacían esa tarea utilizando la señal de Directv, o la utilizaban como respaldo.

El predominio de Directv en el interior del país hizo sucumbir la señal abierta de los canales locales, a la transmisión vía satélite.

«Televen, por ejemplo, decidió no transmitir más en señal abierta en Valencia y Maracay porque (los equipos) eran objeto de hurtos», contó Monroy en entrevista para Tal Cual, en la cual Peña acotó que, en el caso de los canales del Estado, Direct TV le daba una especie de respaldo en microondas.

“La señal de VTV la subía Directv al satélite, la bajaba y la enviaba a todos sus decodificadores”. Hoy eso no es posible”, empeorando el problema de transmisiones de señales estatales que había dejado ya la salida de órbita del satélite Simón Bolívar, apunta.

«De los 20 y tantos transmisores que heredó a punta de pistola TVES de RCTV creo que hay transmitiendo seis. En Maracaibo no hay un solo canal de señal abierta nacional activo. En Valencia tampoco, solo uno regional», agrega el comunicador. En el caso de Venezolana de Televisión, afirma que de las más de 40 bases de transmisión que contaba el canal, apenas nueve o 10 están al aire”.

Peña analiza que, aún cuando la mayoría de la población venezolana no usa televisión en señal abierta analógica ni digital, el gobierno podría apostar por reactivar transmisores y repetidores, dado que pedir a AT&T que regrese al país, es una opción que no ve factible.

A Efecto Cocuyo le dijo que si el gobierno quisiera ofrecer canales internacionales, la nueva directiva -nombrada AD HOC tras la resolución del TSJ- tendría que contratar y negociar con cada una de esas televisoras para comprar los derechos y trasmitir. A partir de allí, deben seguir todo el marco legal que implica tener esos derechos de difusión. Las sanciones podrían ser un obstáculo para cumplir este objetivo.

Otra: si el gobierno tuviera un equipo técnico para penetrar el software de la empresa estadounidense -y lograr la reactivación del servicio-, AT&T puede bloquear los códigos (el corazón del equipo) asociados a los decodificadores para inutilizar los aparatos. De igual forma, para lograr esto tendrían que confiscar máquinas, cambiar software y otros procesos informáticos que son, prácticamente, imposibles.

Por eso insiste en que la situación no es fácil. De hecho, juristas en el área de telecomunicaciones reconocen también lo complicado de la situación, sobre todo porque tiene una dimensión política que pesa más que la tecnológica.

Mientras tanto, los suscriptores, los televidentes (que no es lo mismo: porque por un suscriptor hay –al menos- tres o cuatro televidentes), los trabajadores venezolanos de la empresa, las empresas pequeñas que directa o indirectamente dependían de Direct TV, todos no tienen por ahora, una posibilidad certera de recuperar el servicio.