22 Sep, 2020 | Los neoespartanos siempre hemos sido gente de trabajo, batalladora y amante de nuestras costumbres y tradiciones donde quiera que nos encontremos. En nuestra historia muchos de quienes nos antecedieron tuvieron que salir de aquí por razones de estudio y trabajo. Pueblos y barrios de los estados Zulia, Falcón, Monagas, Anzoátegui y Delta Amacuro fueron fundados por margariteños y cochenses que buscaron ocupación en los campos petroleros. Era una época caracterizada por la falta de oportunidades, porque aquí no había institutos de educación media, ni superior, el menguado comercio no tenía capacidad para absorber la mano de obra insular, y solo se vivía de la pesca y la agricultura y un incipiente turismo. También eran tiempos de sed y poca electrificación.

No obstante, había neoespartanos aquí y en tierra firme, luchando por un mejor destino para todos.

En medio de esa lucha constante, llegó la democracia. Se inauguró el acueducto submarino y comenzamos a recibir agua de tierra firme. Se construyeron plantas eléctricas para cumplir con la demanda de ese vital servicio. Se edificaron nuevos liceos y se fundó el Núcleo Nueva Esparta de la Universidad de Oriente.

Se inauguró la Zona Franca y luego el Puerto Libre, sistemas aduaneros y fiscales que permiten traer mercancías importadas y el comercio cobró un auge inusitado empleando a miles de trabajadores en los establecimientos del ramo. Y cambió el juego, ahora era la gente de tierra firme que vino a Margarita a instalar negocios y comprar terrenos para construir edificios y viviendas para albergar a todos los que la convirtieron en su hogar definitivo o lugar de esparcimiento, recreación y vacaciones.

Posteriormente, se produjo el descrédito de los partidos políticos, una fuerte campaña de los medios de comunicación social y ciertos sectores empresariales apuntalando la anti- política, ocurrió el derrumbe del bipartidismo y apareció en la escena, un militar que intentó dos golpes de Estado y luego fue electo Presidente de la República.

Pero, lo que empezó como una clara esperanza de cambio se ha transformado en un desastre y una tragedia para los venezolanos.

Nueva Esparta ha sufrido mucho esta calamitosa situación. Nuestra condición de insularidad ha contribuido a empeorar los males que padecemos a diario. Si quizás, estamos viviendo la peor crisis de nuestra historia. Basta echar una ojeada al funcionamiento de los servicios básicos.

El agua llega a nuestros hogares con ciclos que duran más de 30 días. La luz eléctrica, en esta última etapa, los apagones se extienden hasta por 5 horas diarias. El gas doméstico desapareció y se tiene que cocinar con electricidad, cuando se puede, y en el peor de los casos con leña, con los daños humanos y ambientales que eso significa. El transporte marítimo lo destrozaron con la expropiación de Conferry, de 13 unidades sólo queda una en funcionamiento, la gasolina brilla por su ausencia y aquí se hace cola de 3 y 4 días para surtir 20 o 30 litros de ese combustible en medio de atropellos y malos tratos de funcionarios policiales y militares. Todo lo anterior contribuye para que los alimentos y medicinas sean más caros en estas Islas.

Y, ahora, por si fuera poco lo narrado, somos la primera entidad que por densidad poblacional tiene mayor número de contagiados con el Covid 19.

Usted, que lee este artículo sabe que esto es verdad. y también sabe de la ineptitud, la indolencia y corrupción de estos regímenes.

Este régimen trata de esconder su responsabilidad afirmando que todo lo que ocurre es producto de las sanciones de los Estados Unidos y la Unión Europea.

Para terminar, le pregunto a usted, lector (a) ¿Estados Unidos y la Unión Europea acabaron con el sistema eléctrico de Nueva Esparta, con el acueducto submarino y la distribución de agua en estas Islas, acabaron con la producción de gas doméstico y la producción de gasolina en las refinerías del país, acabaron con las naves de Conferry y acabaron con la producción de leche, carne y otros productos del campo venezolano?.. Usted sabe quiénes mienten descaradamente.