19 Nov, 2020 | Luego de 5 años de ejercicio de una Asamblea Nacional donde la mayoría de los diputados accionó para agredir a su propio país y a sus habitantes, promoviendo y facilitando el bloqueo económico, comercial y diplomático más brutal que haya conocido la historia de nuestro país, llegó la hora de poner fin a este lamentable capítulo de la política venezolana.

El 6 de diciembre próximo, el pueblo venezolano tiene la extraordinaria posibilidad de sacudirse a los “vende patria” votando por los candidatos que participan en este proceso electoral.

Son más de 14.000 aspirantes postulados a la AN por 107 organizaciones políticas; de las cuales 30 son organizaciones de carácter nacional, 53 regionales, 06 organizaciones indígenas nacionales y 18 organizaciones indígenas regionales.

De este proceso saldrá una AN equilibrada entre la proporcionalidad y la nominalidad. El 52 % de los diputados serán elegidos bajo el método proporcional y el otro 48 % nominalmente.

Es importante recordar cómo llegamos hasta aquí, en medio una campaña mediática adelantada por los medios de comunicación convencionales, radio, prensa escrita y televisión y por las redes sociales más “feroz” que se haya registrado contra nación alguna, “satanizando” cualquier salida electoral en Venezuela.

El 16 de septiembre del 2019 se instaló en la sede de la Cancillería venezolana en Caracas, la Mesa de Diálogo Nacional entre el Gobierno Nacional y representantes de la oposición.

Un importante grupo de dirigentes políticos de la oposición venezolana, entre quienes destacan, Claudio Fermín (Soluciones para Venezuela); Timoteo Zambrano (Cambiemos Movimiento Ciudadano); Henry Falcón (Avanzada Progresista); Felipe Mujica (Movimiento Al Socialismo); y Javier Bertucci (Esperanza por el Cambio), decidió aceptar el permanente llamado al diálogo nacional, promovido por el presidente Nicolás Maduro y su gobierno.

En ese primer encuentro suscribieron un “acuerdo marco” de seis puntos: la reincorporación a la AN la fracción parlamentaria del PSUV, la conformación del CNE, la liberación de un grupo de políticos presos, la reafirmación de los derechos legítimos de Venezuela sobre la Guyana Esequiba, el rechazo y la exigencia del levantamiento de las medidas coercitivas unilaterales promovidas contra Venezuela por los EEUU y la instrumentación de un programa de intercambio de petróleo por alimentos, medicamentos e insumos para servicios básicos, de acuerdo con los mecanismos técnicos existentes en el Sistema de Naciones Unidas.

Sin duda alguna, las elecciones parlamentarias del próximo 6D, adelantadas con la rectoría de un nuevo CNE, son producto de los acuerdos de la Gran Mesa de Diálogo Nacional y justo es reconocerlo.

En Nueva Esparta, 376.117 electores podrán ejercer el derecho al voto en 241 centros electorales dispuestos para tal fin, y se elegirán 06 diputados de un total de 126 candidatos de todas las organizaciones políticas.

Se escogerán tres diputados por lista y tres nominales: dos, por la circunscripción electoral número 1 (Tubores, Península, Díaz, Villalba, Marcano, Gómez y Antolín) y uno, por la circunscripción electoral número 2 (García, Mariño, Maneiro y Arismendi).

La próxima semana ofreceremos nuestro acostumbrado pronóstico sobre los resultados.

Lo más importante de este proceso es acudir a votar para dejar atrás este terrible episodio de la política nacional y castigar con la participación masiva del pueblo a los promotores del odio y el sufrimiento de los venezolanos.

Enviemos un mensaje claro, nítido, contundente desde Venezuela al resto del mundo. Queremos vivir en paz, en ejercicio pleno de nuestra soberanía, que nos devuelvan lo que nos quitaron y permitan nuestro relacionamiento con los países del mundo con los cuales decidamos hacerlo.

A los venezolanos en general y a la gente buena de Margarita, Coche y Cubagua en especial, les proponemos que recuperemos el tiempo perdido y rescatemos la Asamblea Nacional.