Los pescadores de la bahía de Juan Griego no escapan a la desidia por parte del gobierno y las autoridades. / Foto: OLYANA MARCANO @olymarcano

19 May, 2018 | Freddy Rodríguez, pescador de la bahía de Juan Griego, desde los 11 años de edad trabaja en el mar con su padre. Oriundo de la zona, manifiesta que la faena está buena por los momentos, porque están sacando "tajalí grande".

Relató que entre las técnicas de pesca que emplean, está la de cordel, que les permite, por lo general, atrapar especies como catalana, pargo y cunaro, entre otras.

Otro arte de pesca que emplean es el palangre, un instrumento de captura en el que un aparejo reposa sobre el lecho marino, en una ramificación de líneas de anzuelos, ideal para captura de especies como el mero.

Rodríguez explicó que la labor del pescador padece de muchos males, pero lo que más afecta su faena diaria son los precios del lubricante para los motores, porque se enfrentan a los abusos constantes de los revendedores o "bachaqueros".

"Por dondequiera llevamos espuelas porque por un pote de aceite que está marcado en 70 bolívares ya piden cinco millones, ¡esto es una exageración!", exclamó.

Indefensos y sin apoyo

El trabajador del mar dijo sentir temor, porque cuando salen a faenar son muchos los piratas que aparecen, que en ocasiones no solo les quitan los motores sino también los golpean causándoles heridas, sobre todo en la cabeza con las cachas de armas de fuego, dejándolos a la deriva en altamar.

El pescador enunció que por lo general lo primero que les piden son los teléfonos celulares, a ver si hay aparatos a bordo, y les obligan a mantener la cabeza mirando hacia abajo, para que no vean la matrícula de la embarcación en la que están, a fin de que no los denuncien.

"En altamar y en tierra vivimos la misma situación, expuestos a que hurten las patas, motores, las bobinas, encendidos, entre otros materiales de pesca", acotó.

Lo lamentable de estos hechos, expresó Rodríguez, es que se sienten desprotegidos por parte de Vigilancia Costera, a donde ellos han acudido y puesto la denuncia pero les dicen que tienen que esperar las 24 horas para salir a buscarlos.

Esfuerzos cotidianos

Los pescadores artesanales de la región oriental perciben que su trabajo no recibe apoyo, al punto de sentirse desamparados por parte del gobierno, las autoridades y los organismos de seguridad relacionados con el sector de la pesca.