Residentes de Las Casitas de Pampatar sobreviven gracias a la extracción de sal
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Residentes de Las Casitas de Pampatar sobreviven gracias a la extracción de sal

Redacción | @elsoldmargarita
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Salinas de Pampatar. / mguillen

11 Jul, 2021 | Las salinas de Pampatar son el refugio de un grupo de personas quienes encontraron en la sal una forma para superar la crisis económica que atraviesa el país y el estado Nueva Esparta.



Antes del amanecer los trabajadores salen de sus hogares en el sector Las Casitas para extraer el producto, refinarlo y venderlo, así ganan algo de dinero.

Michel Manuel López es una de las personas que tiene varios años trabajando en la salina de Pampatar debido a la situación económica.

«Yo estoy aquí por el Gobierno, si todo no estuviera malo, hubiera trabajo. No voy a robar para comer, hay que resolver y habiendo sal, pues se saca sal. Se vende y se le da comida a los muchachos», expresó.

Los trabajadores comentan que van a las piscinas para extraer la sal, la amontonan para sacarla con tobos y llevarla al amolador.

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Salinas de Pampatar. / mguillen

La sal se puede usar para la preparación de comida, quesos y para alimentar al ganado. López comenta que un saco cuesta un dólar, pero hay quienes la buscan por tonelada y se vende a 0,70 dólares. La que no está procesada se vende, dos sacos pequeños por un dólar o dependiendo del arreglo al que llegue el vendedor y el cliente.

«Yo tengo siete u ocho años metido en esto y no tengo otro trabajo. Con eso mantengo a mis muchachos y dos nietos que son como mis hijos. Ellos también se meten a sacar sal y mientras más sacamos más producimos para la comidita», dijo.

Por su parte, López añadió que desde los ocho años está trabajando en la salina. Aseguró que no es un trabajo difícil si se hace con fundamento. Esta actividad le ha permitido mantener a su familia, aunque eventualmente ha tenido que ejercer otros oficios como obrero.

El sistema de salinas de Pampatar, en el municipio Maneiro, al sureste de Margarita, comprende 64 hectáreas y es uno de los reservorios más importantes de este mineral.

Un trabajo pesado

Rubén Hernández confesó que comenzó a extraer la sal obligado por la situación económica. Él es electricista y laboraba en una cadena de farmacias, pero hubo una reducción de personal y quedó desempleado.

«Me eché a la salina a sacar sal para dar el sustento a mi hija y esposa, esa es la prioridad», comentó. Asimismo, aseguró que le ha ido bien en las salinas, por lo que decidió quedarse en este trabajo, pero a diferencia de otros compañeros, dice que esa labor no es sencilla.

Cuando el sol empieza a subir el calor es muy fuerte, por lo que se echa agua dulce dentro de las botas porque las pozas hierven. Asimismo, contó que al mediodía es imposible laborar ahí, por lo que descansa unas horas y vuelve cerca de las cuatro de la tarde cuando baja el sol.

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Remuneración

Los trabajadores de la salina afirman que en una semana normal pueden llegar a ganar hasta 100 dólares semanales.

«Aquí todos le echamos pichón para que ganemos bien, aunque a veces eso no depende de nosotros sino de los compradores, pero siempre se tiene dinero para la comida que es la prioridad de todos, el resto es lujo”, dijo Michel Manuel López.

En la actualidad el Instituto de Ambiente del municipio Maneiro adelanta un proyecto para el aprovechamiento de las salinas de Pampatar, con miras a desarrollar este espacio de forma armónica y sostenible que beneficie a los pobladores del sector Las Casitas.

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