Son los mismos
Opinión

Son los mismos

José Gregorio Rodríguez R. jotaerre577@gmail.com

16 Nov, 2023 | Quienes hoy utilizan los argumentos más viles para oponerse a la iniciativa del referendo consultivo del próximo 3 de diciembre, el cual, como propósito fundamental busca el mayor respaldo popular posible para que en el mundo se escuche claro y fuerte, la posición venezolana de reconocer el Acuerdo de Ginebra de 1966, como único instrumento de negociación para la controversia de la Guayana Esequiba, son los mismos que durante años le han jugado con deslealtad a Venezuela, privilegiando sus particulares intereses políticos.



Nuevamente, en estos momentos tan difíciles, tan delicados, en el que se encuentran en pleno desarrollo un conjunto de acontecimientos de cuyo desenlace depende en buena medida, la paz y estabilidad democrática de la república, para no hablar del futuro económico, nuevamente apuestan al antipatriotismo.

Es increíble que asuman como suyos, los argumentos del presidente de la República Cooperativa de Guyana, Irfaan Alí, quien no sólo ha otorgado licencias para la exploración y explotación de petróleo a la empresa internacional, Exxon Mobil, en áreas marítimas de la zona en reclamación, si no también sobre aguas venezolanas en la salida al Atlántico.

Insólito que aparezcan “alé limón” junto con el alto gobierno de Guyana, rechazando el referendo consultivo de diciembre, cuestionando las mismas preguntas que rechazan los voceros de ese país. No se entiende cómo es que el gobierno de Guyana manifiesta su temor al resultado del referendo, a la masiva participación del pueblo y a su repercusión en el mundo, y estos personajes de la política nacional acompañen esa postura.

Peor aún, es cuando menos incomprensible que importantes voceros de ese sector de la política nacional se pronuncien, como lo hizo en días pasados el ex gobernador de Nueva Esparta, Alfredo Díaz, a través de sus redes sociales, manifestando que no ha decidido si participará en el referendo del 3 de diciembre, pero que si lo hace “VOTARÁ NO”, por las preguntas tres y cinco. La número tres en la que se pregunta, ¿Está usted de acuerdo con la posición histórica de Venezuela de no reconocer la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia para resolver la controversia territorial sobre la Guayana Esequiba? y la número cinco ¿Está usted de acuerdo con la creación del estado Guayana Esequiba…?

Cómo es posible que existan venezolanos que no comprendan que, al reconocer alguna competencia a la CIJ en la controversia por el Esequibo, Venezuela debilita el instrumento más sólido que posee para la negociación como lo es el Acuerdo de Ginebra de 1966.

El Acuerdo de Ginebra es un tratado vigente en el que se detallan los pasos a seguir para la resolución de la controversia limítrofe-territorial sobre la Guayana Esequiba, surgida de la contención venezolana ante la ONU, en 1962, de considerar nulo e írrito el Laudo Arbitral de París de 1899, que emitió el Tribunal Arbitral de París y que definió la frontera común entre Venezuela y la Guyana Británica.

Esto debe quedar claro, sobre todo para quienes quieren hacer política partidista con un tema de “Estado”, que como la reclamación del territorio Esequibo, debe concitar la más poderosa “Unidad Nacional” para que no queden dudas en ningún rincón del planeta, de la férrea disposición de los venezolanos en defender nuestra integridad territorial.

Pero no es así, nuevamente salen a defender las posiciones de naciones extranjeras en detrimento del interés nacional, los mismos que en el 2014 y en el 2017, mandaron a las calles jóvenes “armados” con escudos de cartón a quemar guarderías, incendiar unidades del metrobús en Caracas, a atacar la sede principal de la Fiscalía General de la República, los que colocaron guayas en las avenidas para degollar motorizados que presumían chavistas, los que incineraron transeúntes porque vestían de rojo, y cometieron cualquier cantidad de tropelías que arrojaron como resultado decenas de muertos, heridos y detenidos.

Son los mismos del gobierno interino de Juan Guaidó en 2019, los de los bonos 20-20 de PDVSA, los de Monómeros, los de Citgo, los de las sanciones económicas para asfixiar a los venezolanos más humildes.

Son los mismos del intento de golpe de estado de abril de 2019 y de la incursión mercenaria por costas del estado Vargas de mayo de 2020, para deponer el gobierno constitucional.

Son los que actuaron aliados con Donald Trump, para que EEUU se apropiara del petróleo de los venezolanos.

Son los mismos que bloquearon los recursos para que se pudieran comprar a tiempo los medicamentos e insumos médicos para enfrentar la pandemia mundial del Covid.

Son los mismos que impiden que el Fondo Monetario Internacional (FMI), libere 5 mil millones de dólares que Venezuela tiene disponibles en esa institución para solventar la crisis de los servicios públicos.

Son los mismos que impidieron un crédito de la Corporación Andina de Fomento (CAF), para solventar la emergencia de la electricidad, en Nueva Esparta y el Zulia.

Son los mismos que viven en las mejores urbanizaciones de Bogotá, Madrid, Miami, Washington, New York, Roma y otras grandes ciudades del mundo y nunca han explicado quién les financia ese costoso tren de vida.

En definitiva, son los mismos que no pierden oportunidad para mostrar cómo entienden la política, los inescrupulosos del oficio, los politiqueros, los que asumen que en la lucha por alcanzar el poder “vale todo”, incluso traicionar a la patria que los vio nacer.

¡Son los mismos!

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