30 Nov, 2023 | Es reconfortante recorrer el pueblo que nos vio nacer y que fue testigo de nuestras correrías infantiles. Volver al propio centro, o sea a la plaza del lugar, es regresar a una película que nos apunta con la nostalgia y los recuerdos que no fueron tristes, pero que dan tristeza, porque a cierta edad la persona en vez de ver hacia adelante, tiene la costumbre de observar al pasado, donde estuvieron sus primeros pasos, sus querencias y añoranzas.
Esto fue lo que hizo el periodista Juancho Marcano el fin de semana pasado, que a pesar de que vive en la misma Tacarigua de Margarita, vive en la afueras del pueblo, un poco alejado de donde vivió sus etapas infantiles, que por ser muy bonitas, por más que pretenda de que no le den nostalgia, ésta lo atrapa en sus redes de bellos recuerdos, pero lamentablemente, se aconseja, que no se debe vivir de las evocaciones, sino del presente y del futuro que se puede tener por delante.
. Al llegar a su hogar, ahí estaba su perro Pipo, como siempre, esperándole contento y meneando la cola, como si se le fuera a salir, a quien le contó su ida al pueblo que aparte de hacer unas diligencias, se dedicó a dar una vuelta a la plaza y por otras calles y encontró amigos, a quienes les gusta sembrar y están esperando las lluvias, pues tienen dudas de echar el maíz dentro de los surcos, con las pocas lloviznas que han caído en el lugar, porque es muy probable que se pierda la semilla al no nacer la plántula o secarse el malojito a mitad de camino por falta de agua.
Pipo escuchó con mucho detenimiento al periodista y una vez que meditó un poco, manifestó: “Si supieras Juancho, que hoy un señor en la emisora comunitaria estaba hablando de la duda y dentro de un montón de cosas que dijo, explicó que era beneficiosa”.
Juancho Marcano oyó a su perro y no quiso responderle el comentario, sino más bien señalarle: “Ah, sí, dijo que la duda trae beneficios. ¿Y qué dijo?
- El señor indicó que una persona llamada Galileo, había afirmado que la madre de la invención es la duda, pues sin ésta nadie es capaz de crear, dijo el perro.
Juancho sin soltar palabras, movió la cabeza en señal de aprobación, acarició su perro y pasó hacia la casa.