Bendicen animales. / Foto: LUIGI PARAVANI

5 Oct, 2014 | El Día Mundial de los Animales se celebró en los espacios que bordean el anfiteatro de Los Robles, municipio Maneiro, el cual estuvo repleto de todo tipo de mascotas que alegraron el día de los que transitan este espacio roblero.

Desde muy temprano se instalaron los toldos donde se ubicaron los representantes del Movimiento por la Paz y la Vida, Protección Integral de Animales, Instituto Nacional de Salud Integral (Insai), proteccionistas y demás grupos colaboradores en la defensa de los animales.

En la actividad se bendijo a las mascotas que estuvieron presentes en la actividad, liturgia que estuvo a cargo del presbítero Reynaldo Trejo, párroco de la iglesia Nuestra Señora del Pilar, quien recordó que ayer se celebró el Día de San Francisco de Asís, patrono de la ecología. “Hemos pedido la bendición a Dios para todos los animales con una oración para todos los que están aquí y aquellos abandonados. Por mandato divino hay que cuidarlos y protegerlos. También hacemos una petición especial por aquellas personas que han tomado conciencia y hacen que tengamos una sociedad más justa y fraterna”.

Por su parte, la primera dama del estado Nueva Esparta, Dinorah Villasmil de Mata, señaló que durante la actividad se realizó una jornada de adopción de animales y vacunación, con la finalidad de dar el mensaje de fortalecer los valores de los niños y adolescentes del amor a los animales y protección a los seres vivos.

“Esta protección no debe ser sólo a los que tenemos como mascotas, sino también a aquellos que de una u otra manera están en la calle. Tenemos que aprender en vivir en comunidad los seres humanos y los animales de manera responsable”.

Pidió a los neoespartanos ser responsables y dar el cuidado que se merecen los animales. Dio como ejemplo, los caballos que se ven en las calles si herraduras para sus pezuñas.

Respeto

La primera dama del estado Nueva Esparta, Dinorah Villasmil de Mata, señaló que particularmente está en desacuerdo con las peleas de gallos, pero reconoce que se trata de una actividad ancestral y cultural en la región insular, por lo que respeta a quienes se dedican a esta práctica.