Estantes de comercios carecen de fórmulas infantiles. / Foto: ARCHIVO

17 Abr, 2017 | Tras el nacimiento de su bebé prematura, el rostro de Liliana Espinoza proyectaba unas profundas ojeras y su dormir era “con cuentagotas”, entre sobresaltos y preocupaciones.

La etapa crítica inicial de Amanda Vásquez Espinoza dentro de la Unidad de Terapia Intensiva Neonatal fue superándose con el apoyo de todos, y tal mejoría también permitió iluminar el rostro de la joven madre.

En la era de la globalización, Liliana recurrió a las redes sociales, no sólo para pedir ayuda cuando algún medicamento no se conseguía, sino también para ir registrando el crecimiento de su bebé, proyectar sus emociones y también, porque para eso también vale la comunicación virtual, drenar emociones y compartir las alegrías.

Y de ese modo la madre junto a su pequeña hija fueron cantando victorias a los cuatro vientos. Hoy, con ocho meses de nacida, Amanda también inspira para crear esta fundación que lleva su nombre y que aspira a crecer con el respaldo de quienes se identifican con su causa.

Gran tema

Puntualiza que “la nutrición es un gran tema, porque en muchos casos las madres no pueden dar lactancia materna exclusiva”. Debido a eso, requieren alimentación de fórmulas especiales sin lactosa, con ácidos grasos de cadena larga y otras especificaciones para prematuros de bajo peso.

“En nuestra red de madres con prematuros, vamos prestándonos las fórmulas y los medicamentos, por cuanto es cuesta arriba conseguirlos. Sirva entonces nuestra experiencia para hacer un llamado a todos los organismos que por Ley deben garantizar el bienestar de nuestros hijos, para exhortarlos a garantizar pronta solución a esta problemática que cada día afecta a más niños prematuros”.