En lo alto de La Aguada existe una siembra familiar, desde donde se surten de vegetales y hortalizas. / Foto: YULIANNYS GONZÁLEZ (@Yuliaseret)

18 Abr, 2017 | La necesidad en este caso fue lo que motorizó a la familia Ferrer para que se tomaran en serio el trabajo de la tierra, para así sembrar y cultivar gran parte de los alimentos que se sirven en su mesa.

Manuel Ferrer, dueño del conuco familiar donde participan varios de los hombres del núcleo, explicó que si bien toda la vida han estado involucrados con la siembra y el cultivo, fue hace un año, tras enfrentar problemas para adquirir los alimentos por su alto precio, que decidieron asumir la siembra como una tarea diaria para subsistir.

Desde los altos de la comunidad de La Aguada, en el municipio Arismendi, Ferrer y su ayudante Daniel Oliveros recorren el empinado conuco donde tienen una variedad de plantas, entre las que se encuentran ocumo, yuca, lechosa, caña, ají dulce, pandelaño, plátano, parchita, aguacate y mamey; productos que representan gran parte de la dieta de la familia.

Según Ferrer, el conuco da frutos para el sustento de al menos 10 personas, que conforman su familia, y en algunas oportunidades da para vender algunas piezas, aunque ese no es el propósito de este conuco.

Lo fértil y bondadoso de la tierra da para mucho, y en La Aguada, los Ferrer toman espacio para la cría de gallinas y cerdos, que también emplean como fuente de alimento.

Riego

Cuando comenzaron la siembra no contaban con sistema de riego sofisticado, ni siquiera una manguera para recorrer todas las hileras de plantas, por lo que con tobos y mucha constancia lograron sacar adelante esta siembra. En la actualidad, esta labor la realiza con mangueras de una manera más ágil, pero con conciencia porque el vital líquido sigue siendo muy preciado.

Ferrer relató que el cultivo de maíz, aun cuando es muy rápido y sencillo, se han privado de realizarlo a mayor escala por falta de agua. "Estamos esperando las lluvias para sembrar maíz y así despreocuparnos por su riego", relató Ferrer.

La familia en pleno trabaja en el conuco, porque es la mejor forma de llevar a la mesa una variedad de productos que en el mercado se les hace cuesta arriba obtener.