Crónicas de la época hablan de la resistencia inicial a la evangelización, pero ya para 1773, la Virgen comenzó a enraizarse en la querencia guaiquerí, pero bajo su propia percepción. / Foto: Ilustración tomada del libro "Caballeros del mar: los Guaiquerí, un pueblo con historia".

8 Sep, 2017 | ¿Realmente el guaiquerí adoptó el culto mariano desde comienzos de la colonización? ¿En qué momento se inició entre esa etnia el fervor por la Virgen del Valle? ¿Cuándo a las celebraciones conmemorativas de ese culto se sumaron los guaiquerí? Fueron parte de las interrogantes que motivaron a los antropólogos Cecilia Ayala Lafée-Wilbert, Pedro Rivas Gómez y Werner Wilbert, a ahondar sobre el tema e incluso asignar un capítulo especial sobre éste en el libro "Caballeros del mar: los Guaiquerí, un pueblo con historia", recientemente presentado en acto realizado en la sede de la Comunidad Indígena "Francisco Fajardo" de El Poblado, en Porlamar.

Este cuadro estuvo entronizado en la vieja capilla de El Poblado y a raíz de la construcción de la nueva iglesia, en 1990, fue entregado para su resguardo a la señora Carlina López, en El Poblado, Porlamar. /
Foto: YULIANNYS GONZÁLEZ | @yuliaseret

Autores de dicho libro señalan textualmente: "Un tema importante en la historia guaiquerí durante los años 1800's es su adscripción al culto mariano, que amerita cuidadosas reflexiones. La devoción hacia la Virgen del Valle conlleva un aspecto excepcional entre los Guaiquerí de los primeros tres siglos después del contacto, que cambia drásticamente en el siglo XIX, sobre todo al final de la centuria, pues, pese a que la tradición oral vincula su devoción a esta colectividad 'desde tiempos inmemoriales' en la documentación disponible no existe alusión a una particular religiosidad hacia la Madre de Dios u otra figura religiosa del catolicismo por parte de los indígenas margariteños, lo cual contrasta luego, marcada y significativamente".

"Pese a estar documentada la presencia franciscana y dominica inicial, así como la construcción de conventos de la segunda orden religiosa en Margarita y Cumaná, no se tienen datos concretos acerca de alguna exitosa evangelización en las comunidades guaiqueríes. Esto también queda corroborado en los Juicios de Residencia y en la correspondencia oficial de los gobernadores con el monarca español o con otras instituciones encargadas de la Empresa de indias (…)".

"De la documentación existente del período colonial se desprende que durante los primeros trescientos años que siguieron a la llegada de los españoles a la isla, los Guaiquerí continuaban profesando sus creencias y prácticas religiosas ancestrales: el chamanismo, o por mejor decir, seguían las directrices de sus piaches, guardianes de las convicciones 'tradicionales' de su etnia".

Carlina López custodia en su casa de El Poblado, municipio Mariño, esta hermosa obra con la imagen de la Virgen. / Foto: YULIANNYS GONZÁLEZ | @yuliaseret

Creencias religiosas

El 7 de mayo de 1773 llegó al puerto de Pampatar el fraile Iñigo Abad y Lasierra, benedictino, quien en su "Diario del Viage de la Ysla de Margarita, su estado actual, y noticia de sus Pueblos y Avitantes", documentaba su visión de los indígenas residentes, sus creencias religiosas, presencia de chamanes y rituales propios.

"Es posible que su fe en la Virgen María haya sido suscitada por eventos extraordinarios y trascendentales que lograrían ir modificando a su cosmovisión un nuevo poder o elemento sobrenatural representado en la Virgen del Valle. Seguramente, su culto extendido en la actualidad a toda la población guaiquerí tuvo su origen en algún suceso portentoso acaecido en algún momento que tendría que haber sido después del año 1773", como da testimonio Abad y Lasierra en sus reportes.

Dicho fraile deja referencia al constante trato que tenían los indígenas con sus chamanes en el Cerro de El Piache, "y eso nos permite asumir que fue finalizando el siglo XVII o comenzando el XIX cuando la devoción e inclinación hacia la Madre de Dios comenzaría a enraizarse entre la población indígena de Margarita", concluyen los antropólogos en referencia, pertenecientes al Instituto Caribe de Antropología y Sociología (ICAS) de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales, y a la Biblioteca Marcel Roche, del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).