Los pescadores insulares no han podido ir mar adentro en busca de los moluscos por el mal tiempo. / Foto: OLYANA MARCANO @olymarcano

7 Jul, 2018 | A pocos días de haber comenzado la temporada de pesca de pulpo en el país, trabajadores del mar artesanales del estado Nueva Esparta aseguran que la captura de esta especie no ha sido muy buena como ellos esperaban.

Cruz José Narváez, pescador artesanal de Punta de Piedras, municipio Tubores, aseguró que a pesar de tener pocos días, "la temporada del molusco no inició muy bien, y la llegada de las lluvias a la región ha impedido a los pescadores salir al mar".

Indicó que el mal tiempo hace más difícil capturar al pulpo en zonas cercanas a Tubores, pues solo cuenta con un motor y no le es suficiente para dirigirse a Los Frailes como hacen otros pescadores, debido a las lluvias y también porque no cuenta con las herramientas necesarias para llegar hasta las otras costas.

Participó que lo más lejos que llega es a la isla de Coche y agregó que en la actualidad únicamente sacan de 10 a 15 kilos de pulpo por día. Explicó que es más fácil capturar otros moluscos que son más buscados por los margariteños, que por ser más económicos, salen más rápido. Agregó que con las ventas de pata'e cabra costea los gastos de su peñero.

La lluvia ha afectado un poco el trabajo de los marinos. Comentaron que se ha presentado un "mar de fondo" que ya persiste por varios meses, lo que ha bajado un poco la producción. Sin embargo, no dejan de salir al mar.

Reseñó que la temporada del pulpo inició con lluvia y no ha sido buena combinación, porque se sienten afectados en cada faena sin poder calar especies marinas, y es una situación que se escapa de las manos de los pescadores neoespartanos; sin embargo, hay marineros que con el mal tiempo se aventuran en la captura del molusco, mientras otros consideran que no vale la pena arriesgar la vida de esa manera.

Narváez detalló que como todo pescador, debe ingeniárselas para comprar el combustible para trabajar. Su salida al mar es a partir de las cinco de la mañana hasta las dos de la tarde para poder calar algo por el mal tiempo.

La venta de los frutos marinos la hacen a la orilla de la misma playa donde tienen las rancherías. Allí llegan los compradores mayoristas con los camiones tipo cava.