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Adultos aprenden el envejecimiento activo
Por definición, para la OMS, envejecimiento activo es el proceso de aprovechar al máximo las oportunidades para tener un bienestar físico, psíquico y social durante toda la vida. Asomayor tiene este precepto para agrupar a sus afiliados, a quienes integra en diversos programas.
Karelys Inciarte C. @kareinciarte

Foto: CORTESIA

La asociación se fundamenta en la Constitución Nacional y la Ley de Servicios Sociales, en lo concerniente a los derechos humanos en la tercera edad, la transferencia de prestación de servicios por parte del Estado y el papel auxiliar de la sociedad civil. / Foto: CORTESIA

21 Ene, 2019 | El trabajo comienza en la madrugada. Bien tempranito, un ejército de cabellos grises se prepara, como cada sábado, para iniciar el programa ‘Sopa para el alma’ de Asomayor, que con su jornada de alimentos atiende, ese día, una media de 200 personas en situación de calle.

Como asociación civil de Adultos Mayores de Margarita, Asomayor se define desde el 10 de octubre de 2012, como apolítica y plural, sin fines de lucro, cuyo objetivo es hacer valer los derechos sociales que establecen la Constitución y las leyes y lograr el envejecimiento activo de sus afiliados.

Sopa para el alma, un programa que entrega un plato de comida, se alterna entre la parroquia San Nicolás de Bari y la del Cristo del Buen Viaje, en la isla de Margarita del estado Nueva Esparta, donde atienden cada sábado a niños, mujeres embarazadas y adultos en general en situación de vulnerabilidad, explica su presidente, Absalón Davis, quien observa cómo esta “sopa” no sólo satisface el hambre, también alimenta la conexión necesaria entre adultos mayores y su entorno.

Hace cuatro meses surgió la iniciativa gastronómica que cerró el 2018 con más de 1.200 sopas entregadas. Fleyda Fuentes, directora de administración, describe la jornada como una de las más gratificantes. “Para mí esto ha sido una vivencia maravillosa, porque yo soy la que cocina, en compañía de otras compañeras. Llevo la batuta de cuáles son las recetas que se van a preparar y las cantidades, asesorada por un nutricionista. Para mí es una distracción que me hace sentir muy bien. Toda la vida me ha gustado ayudar… Y como decía mi madre: ‘Al que da, nunca le falta”.

Un cúmulo de sapiencia
Los 2.300 afiliados de Asomayor tienen presencia en todo el estado. “Tenemos tres coordinaciones en los municipios: Mariño, Díaz y Arismendi, y trabajamos con un grupo promotor para conformar las de Gómez, Marcano y Antolín del Campo”, informa Davis, quien agrega que “todo lo que se desarrolla desde esta formación civil obedece a un plan estratégico. Nada es improvisado”.

Y es que el 17 de noviembre se modificaron los estatutos para crear la dirección de Bienestar Activo, enfocada en la premisa de la Organización Mundial de la Salud en cómo debe ser la vida en la tercera edad.

Para la OMS, el envejecimiento activo es el proceso de aprovechar al máximo las oportunidades para tener un bienestar físico, psíquico y social durante toda la vida.
La directiva de Asomayor califica de importancia vital integrar al adulto mayor en actividades de todo tipo: lúdicas, recreativas, productivas y de desarrollo físico. Por eso, cada miércoles se reúnen en el hotel Arawak en la avenida Bolívar de Porlamar en sus acostumbrados ‘Miércoles Felices’, programa en el que las partidas de dominó, el canto y el baile, ocupan la tarde de sus afiliados.

“Me encanta venir cada miércoles porque me siento productiva –dice la afiliada Carmen Dubén de Bermúdez-. Somos una gran familia y así lo creo. Quienes conformamos la asociación entendemos que la vejez no significa estar encerrado en una casa”.

Receta exitosa
Recuerda Davis que “Según las leyes vigentes en Venezuela, el 5% de la nómina laboral de cada empresa debe ser un adulto mayor. Nos negamos a ser una carga para el Estado”. Por eso, cada quien, desde su experiencia profesional o de vida, participa en los programas sociales.

Además de ponerse el delantal para la actividad de la sopa sabatina, Fleyda Fuentes defiende que la labor de Asomayor es un trabajo social, de ayudar a los más desposeídos. “Aparte de repartir las sopas, hemos dado ropa. En diciembre donamos 12 cajas y medicinas que administramos gracias a las donaciones que nos hacen”.

“Tenemos un consejo asesor que además respalda las actividades gracias a convenios como el celebrado con la Universidad de Margarita para que estudiantes acudan a la institución para sus tesis de grado”, ejemplifica el presidente de la asociación, quien informa además del convenio celebrado con la Sociedad Anticancerosa de Nueva Esparta, que brinda apoyo médico y nutricional de cómo debe ser manejado un paciente con cáncer, siendo este flagelo una de las principales causas de decesos en esta población.

Y como si fuera una sopa, con diferentes ingredientes, más actividades se suman a la agenda: En junio de 2018, en colaboración con la organización Los Andantes, de Jorge Rojas, surgió el programa de arte y pintura, para que los inscritos recibieran formación, clases que obtienen en el hotel Venetur y que ya celebró su primera exposición de pintura en octubre del año pasado, cuando festejaron los seis años de fundación.

Otro ingrediente que da consistencia a este caldo se basa en el programa Dos Generaciones, que ayuda a la compenetración familiar propiciando el intercambio de conocimientos entre un joven con un adulto mayor.

El pastel que endulzará este menú apunta a la promulgación de la Ley Regional del Adulto Mayor, actualmente en elaboración y que presentarán ante el Consejo Legislativo en el transcurrir de 2019 y que ya ha tenido una experiencia piloto con la promulgación de una ordenanza municipal y posterior carnetización de 800 personas en Maneiro, quienes son exonerados del pago de pasaje en unidades de transporte público, impuestos y gratuidad en los espectáculos que se ejecuten en ese municipio.

Los afiliados, como Ester Schwartz, aseguran que tener una actividad les repercute en una mejor condición física y mental. Por eso también se planifican actividades cognitivas que los introducen en el uso de nuevas tecnologías: desde teléfonos hasta internet, otras como paseos programados a museos, playas y rutas de senderismo; pero sobre todo les enseñan, a ellos y a su entorno, sobre sus derechos y esos los motiva a seguir formando un ejército de sapiencia.




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