Porlamar
29 de marzo de 2024





EL TIEMPO EN MARGARITA 28°C






El poeta Ramón Ordaz, académico de la historia
Junto a Ramón Antonio Ordaz Quijada, completan el racimo de los cronistas de la Margarita ordinaria y sensible, Ana Luisa Gandica, Grecia Salazar Bravo y Alexis Marín Cheng, investidos en los protocolos de las virtudes esplendorosas del testimonio.
Mélido Estaba Rojas | melidoestaba@gmail.com

11 Feb, 2019 |Una ola más, en ese mar cercano que es el solar indeclinable donde conjuga su existencia literaria, escribe otra línea victoriosa en el devenir de Ramón Ordaz. Ya no es el juego intrigante de la virtud poética de mi paisano cuando recita que la marea redacta y borra enseguida su recado, seguramente para librarse de críticas o reconocimientos, desconociendo huellas comprometedoras.

¡No! Ahorita hablamos de la aventura compactada en el esfuerzo del soñador que vive antes de dormir y conmueve antes de emocionarse. Evocamos el anuncio y desatamos la celebración disfrutando la honorable misión de referir que nuestro poeta y ensayista, profesor universitario y escritor, defensor de lo cotidiano y amante del humanismo, ha ingresado como Individuo de Número a la Academia de Historia de Nueva Esparta, resguardado por innegables méritos y eficientes virtudes que lo afilian a las cuartillas de la exigencia de precisiones y acertijos, guardianas del envidiable sendero de la investigación.

Junto a Ramón Antonio Ordaz Quijada, completan el racimo de los cronistas de la Margarita ordinaria y sensible, Ana Luisa Gandica, Grecia Salazar Bravo y Alexis Marín Cheng, investidos en los protocolos de las virtudes esplendorosas del testimonio, que se acicala bajo el poder indefinible de la narrativa, para imponer los toques que mantienen viva a la dama de los compromisos: la historia.

Frente al placentero sentimiento de reseñar, ya no como periodista, más bien como “jatero”, este acontecimiento prominente y suculento, debo despojarme de modestia y recargarme de humildad para ofrendar mi beneplácito al poeta Ramón, por considerar materia de su excelente pieza oratoria nuestros artículos periodísticos y el libro “La vida es un invento margariteño”, en los que se amontonan crónicas y episodios que escarban las intimidades de un tejido sensible para forjar nuestro origen, tratando de “encementarlo” para que la malicia del viento no lo alborote entre marismas de olvido, aprovechando su sensibilidad.

“De cómo la crónica construye la historia: Altagracia y la prosa festiva de Mélido Estaba Rojas”, es el título del discurso pronunciado por el poeta Ramón, en el acto. Allí comenta “lo írrito e insólito que acontece en esos pueblos que emergen del tremedal y el polvo, y que para aplicarle la lejía jurídica nunca faltan leguleyos y rábulas.

Hay que tener corazón de trapo para citar a tribunales a todo un pueblo con el absurdo por delante de que no se tiene conocimiento de los apellidos y residencias en los tales moradores”. Refirió además que muchos pícaros despojaron a Los Hatos de ejidos valiosos que conducen a las playas de “Las Arenas”, hoy convertidas en el fracaso llamado “Bahía de Plata”. Concluye el amigo sus palabras con el renglón final de mi libro: “En los espacios desesperados de aquella tierra donde se inventó la vida, repican –cuando nadie lo sospecha- las campanas de la iglesia, movidas por alguna comitiva de duendes rezagados que le dan tirones a la cabuya y salen corriendo atosigados de la risa, hacia lo que fuera La Sabana”.




Contenido relacionado












Locales | Sucesos | Afición Deportiva | Nacionales | Internacionales | Vida de Hoy | Gente Feliz | 50° Aniversario | Opinión


Nosotros | HISTORIA | MISIÓN, VISIÓN Y VALORES