5 Abr, 2021 | Superar el actual estado de cosas en nuestro país por medios pacíficos y constitucionales como vía para resolver la crisis que nos agobia es la tarea prioritaria de las fuerzas políticas y sociales agrupadas alrededor del liderazgo del joven dirigente Juan Guaidó, quien se ha jugado el pellejo en la lucha por la recuperación de la democracia. Es una propuesta estratégica que requiere de organización y movilización en medio de las dificultades presentes para contribuir a elevar la protesta ciudadana por la conquista de elecciones libres, justas, transparentes y verificables.
La mencionada propuesta envuelve la realización de encuentros con actividades concretas que conduzcan a un gran Acuerdo Nacional en los campos político y social. Tenemos que pasar de la dispersión al reencuentro con vastos sectores democráticos del país. Propiciar espacios mínimos para la acción política que permita el establecimiento de una ruta estratégica común, que no es otra, que la superación de la crisis y la recuperación de la democracia.
Desde luego, el planteamiento anterior debe ir acompañado de la presión que ejerce el mundo democrático internacional que viene abogando por el restablecimiento de la democracia venezolana.
Nadie puede negar que desde las fuerzas del cambio democrático se han venido dando señales claras e inequívocas en el acompañamiento de la solución de la crisis humanitaria que vivimos cuando se logró liberar de los fondos internacionales del país una cantidad de millones de dólares para la compra de vacunas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero, ahora el régimen pretende negar la entrada de esas vacunas con una indolencia que no tiene nombre. El sistema de salud está colapsado. Nuestros abnegados médicos y personal sanitario merecen nuestro respaldo y reconocimiento y muchos de ellos han sucumbido víctimas del virus. Exigimos la vacunación masiva y la entrada de las vacunas del sistema COVAX. Es criminal utilizar la pandemia para el control social y político de la población.
Mientras ello ocurre, seguimos nuestra lucha por recuperar el voto como instrumento de cambio político, sin caer en las triquiñuelas y maniobras perversas del régimen.
En tal sentido, la fuerzas democráticas plantean cinco (5) condiciones básicas: 1) Un Consejo Nacional Electoral (CNE) independiente, electo conforme a la normativa constitucional. 2) Un cronograma electoral integral que incluya elecciones presidenciales y parlamentarias. 3) La devolución de las tarjetas y símbolos electorales secuestrados a las autoridades legítimas de esas organizaciones políticas. 4) Levantamiento de las inhabilitaciones políticas arbitrarias a los dirigentes opositores, y 5) Observación electoral internacional y nacional independiente.
Son condiciones mínimas, legales y constitucionales, sin las cuales no hay posibilidad de elecciones competitivas y democráticas, sino farsas electorales para favorecer al régimen de turno.
Vamos entonces al encuentro de las fuerzas políticas y sociales que luchan por el cambio político pacífico y constitucional con plena conciencia que si marchamos divididos por lo que busca el régimen, más lejos nos colocamos del anhelado cambio.
Creemos que con una ruta clara, definida y coherente saldremos adelante en una lucha que no es fácil, lo sabemos, para tampoco nos vamos a prestar para ir como conejillos de indias al matadero que representan las perversas maniobras del régimen con sus farsas electorales, disfrazadas de democráticas, que solo tienen la única misión de mantenerse en el poder a toda costa y riesgo, pasando por encima de la voluntad de los venezolanos.
Lo repetimos, creemos en el voto como herramienta de cambio político, pero hoy la lucha adquiere dimensiones distintas, lo que no descarta transitar con éxito los diferentes eventos electorales que se presenten en el camino hacia el rescate de la democracia.
Un minuto con la Transparencia: “Quien vota a los corruptos los legitima, los justifica y es tan responsable como ellos” Julio Anguita.