Porlamar
19 de abril de 2024





EL TIEMPO EN MARGARITA 28°C






Los días van pasando como ráfagas de viento
Los gatos Rocky y Rockyta, estaban echados bajo los peldaños de las escaleras que sostienen las matas de cala, en cuyo suelo quedaban restos de la humedad del riego que el periodista les hizo a primera hora de la mañana.
Emigdio Malaver G./ emalaverg@gmail.com /@Malavermillo

23 Sep, 2021 | El periodista Juancho Marcano había llegado del conuco, donde el sol era una lanza que se le clavaba al mantel tierno de las matas de tomate y berenjena. Eran cerca ya de las doce del mediodía y el astro rey, parecía que sonreía con las payasadas de las nubes que lo querían ocultar. El perro Pipo, llegó jadeando y en el bebedero de los gatos, tomó agua, pues no aguantó a llegar a donde estaba su envase con el preciado líquido, mientras que las abejas sedientas, calmaban su sed con el néctar de las flores rojas de las ixoras.

El reportero entró a su casa y salió después que tomó suficiente agua fría, y luego tomó asiento en una silla debajo de los helechos buscando no sólo la buena vibra de éstos, sino también su frescura, y ahí prendió el celular y empezó a revisar sus redes sociales y sobre todo los grupos de washat, de los cuales es integrante y que son varios de diferentes materias, en los que lee, escribe y opina sobre variados temas.

Los gatos Rocky y Rockyta, estaban echados bajo los peldaños de las escaleras que sostienen las matas de cala, en cuyo suelo quedaban restos de la humedad del riego que el periodista les hizo a primera hora de la mañana. El calor es una llamarada que calienta los cuerpos y sube la temperatura en su respectiva escala. “Ojalá que esto que llaman cambio climático, no le dé por producir sismos o algo parecido”, pensó el periodista.

Juancho Marcano, continuó leyendo y concentrado en la pantalla del celular, cuando su perro Pipo, le preguntó qué día era y cuando le respondió que viernes, el can exclamó: “Sin duda Juancho que los días van pasando como ráfagas de viento”.

El hombre apartó su mirada del teléfono móvil, y contestó: “Así es Pipo. Pareciera que ahora los días pasan más rápido a pesar de este tiempo de pandemia. Ayer nomás era lunes, y ya hoy es viernes, y hasta a el cuerpo se le olvidó”.

El perro escuchó y no siguió preguntando, pues entendió que Juancho estaba concentrado en su aparato telefónico y por tanto no era conveniente molestarlo para que siguiera tranquilo, leyendo e informándose.




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