27 Sep, 2021 | Hay personeros desde el régimen e incluso de una parte minúscula de la oposición que han venido repitiendo con insistencia que el sector mayoritario del cambio político no quiere participar en los procesos electorales. Claro, cada uno lo hace para privilegiar su posición política. El régimen, para continuar su cantaleta de una “oposición golpista y violenta “y el otro, para tratar de sustituir, hasta ahora sin éxito, al sector mayoritario de la oposición representado en la Unidad Democrática.
Desde que comenzó la lucha por el cambio político siempre hemos pregonado que buscamos una salida constitucional, democrática y electoral a la crisis que vive nuestro país. Nunca hemos planteado nada distinto.
Ha sido el régimen, conocido como el Socialismo del siglo XXI, que desde que llegó al poder asumió una tesis antidemocrática, continuista, militarista y negadora de la alternabilidad en el ejercicio del gobierno, al lanzar consignas como: “Llegamos para quedarnos, “ “No pasarán “y “jamás volverán a gobernar”.
Es una minoría que utilizando la manipulación, engaño, demagogia, amenazas, intimidación, violencia y secuestro de los poderes públicos ha mantenido y mantiene el poder a toda costa y riesgo pasando por encima de las necesidades y angustias de los venezolanos. Esa es la verdad verdadera, sin esconder los errores cometidos por la oposición para desalojarlos del poder.
Ha sido la oposición que siempre ha planteado el dialogo para resolver la crisis mediante elecciones libres, democráticas, transparentes y verificables. Es el régimen que se ha negado a una solución de este tipo, porque tiene miedo a la voluntad popular y sólo quiere elecciones a su manera, con presos políticos, partidos con tarjetas y símbolos secuestrados, dirigentes opositores inhabilitados, y exilio y persecución de otros, como las ocurridas en mayo de 2018 y diciembre de 2020.
El llamado a participar en los comicios de Noviembre de 2021 viene acompañado del proceso de negociación que se inició en Mexico con mediación del Reino de Noruega. ¿Y por qué hay ese proceso de conversaciones en México? Pues, precisamente, para avanzar hacia un cronograma de elecciones libres y democráticas. Ha sido el régimen que ha saboteado y pateado la Mesa de Negociación en otras oportunidades. Tanto es asi, que incluso El Vaticano, ha criticado que los Acuerdos de las negociaciones anteriores no se hayan cumplido por parte de los representantes del régimen.
Las partes que concurren al dialogo en Mexico son la Plataforma Unitaria liderada por Gerardo Blyde y el régimen de Maduro liderado por Jorge Rodríguez. No es verdad, que concurren “las oposiciones” como le gusta decir a los personeros del régimen.
Ahora, el régimen de Maduro luego de la segunda ronda de conversaciones, se presenta en Mexico, en primer lugar tardíamente, y en segundo lugar exigiendo la incorporación de Alex Saab, como representante del régimen en esas negociaciones. Como se sabe, Saab está detenido en la Isla de Cabo Verde, sometido a un proceso judicial que ha dictaminado su extradición a los Estados Unidos donde está solicitado por la justicia norteamericana.
En esta ocasión, el representante del régimen también argumentó como causa de su retraso la molestia de Maduro por la intervención de Erna Solberg, Primera Ministro saliente de Noruega en la 76 Asamblea Anual de las Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde criticó la grave violación de los Derechos Humanos en nuestro país. Noruega es un país libre, soberano e independiente que tiene derecho a expresar su opinión, sin que ello sea calificado como injerencia alguna en nuestros asuntos, pues lo hace en un foro de carácter mundial.
Total, que el régimen de Maduro no encuentra cómo hacer para patear la Mesa de Negociación en Mexico. Si lo hace, esa es su naturaleza, y si no lo hace, tendrá que cumplir con su palabra.