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Piensa mal y acertarás
La decisión unánime del Senado Colombiano, cuerpo colegiado del cual forman parte determinante y mayoritaria los factores dominantes de la clase política y las élites económicas del vecino país cautivaron mi atención.
José Gregorio Rodríguez Jotaerre577@gmail.com

22 Oct, 2021 | La verdad hoy me iba referir a la inexplicable inscripción de cerca de 68 mil candidatos que la oposición venezolana, con todos sus colores y matices, postuló para disputar 23 gobernaciones, 335 alcaldías y cerca de 3 mil cargos de legisladores regionales y ediles municipales, principales y suplentes, en las megaelecciones del 21 de noviembre próximo.

Me iba a entrometer en la “vida, pasión y muerte” del sector en el estado Nueva Esparta. Pero no importa, lo haremos al calor de la campaña electoral que comienza el próximo 28 de octubre.

La decisión unánime del Senado Colombiano, cuerpo colegiado del cual forman parte determinante y mayoritaria los factores dominantes de la clase política y las élites económicas del vecino país cautivaron mi atención.

No es cualquier cosa la que pasó el pasado martes 19 de octubre cuando la cámara alta del Congreso de la República de Colombia, aprobó un resolución para crear una comisión bilateral y trabajar en la normalización de relaciones diplomáticas entre ambos países, interrumpidas desde el 23 de febrero del 2019, cuando el gobierno del señor Iván Duque decidió incorporar a su país en la “primera línea de batalla” contra el gobierno constitucional de Venezuela.

La declaración del senador Juan Diego Gómez, presidente del Senado colombiano anunciando la decisión del órgano que representa, fue inmediatamente notificada a su homólogo venezolano el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez. La resolución propone la creación de una comisión bilateral de ambos parlamentos para trabajar conjuntamente en por lo menos tres aspectos:

– Normalización de las relaciones diplomáticas y comerciales

– Protección de las empresas colombianas en suelo venezolano y viceversa

(En este punto podrían empezar por devolver la empresa Monómeros)

– Verificación de las buenas prácticas comerciales entre ambos países

Como se puede observar, es una propuesta motivada por razones esencialmente económicas pero examinándose a profundidad tiene un elevado contenido político.

No es fácil a estas alturas del juego, a siete meses de la elección presidencial en Colombia, que el senado de ese país de mayoría afecta al mentor del presidente Iván Duque, el ex senador Álvaro Uribe Vélez, apruebe una resolución de esta magnitud.

No es cualquier cosa que el Poder Legislativo colombiano, se “haya tirado” en medio día, casi cuatro años de hostilidad y desconocimiento de la legitimidad del gobierno del presidente constitucional, Nicolás Maduro por parte del gobierno del vecino país.

La resolución del parlamento colombiano fue acogida con beneplácito por el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez y por el presidente Maduro, quien mostró su respaldo a la propuesta del senado colombiano para crear una comisión bilateral y trabajar en la normalización de relaciones diplomáticas entre ambos países.

Como era de esperarse, el presidente Iván Duque (guapo y apoyado), acompañado por el secretario de estado de los EEUU de Norteamérica, Antony Blinken, declaró señalando que “una cosa en la que no nos podemos equivocar es que lo que Colombia no va a hacer es reconocer a una dictadura oprobiosa, corrupta, narcotraficante”. Con ese lenguaje de “pandillero” de los años 60 del siglo pasado respondió el presidente neogranadino. No podía ser de otra manera. Desde el senado, los dirigentes de su partido y de las organizaciones políticas que lo hicieron presidente, lo habían enviado literalmente al “carrizo”.

No le quedó más que decir que las relaciones internacionales las maneja el Ejecutivo y no el Legislativo y, en lo que a él respecta, no habrá acercamientos con el Gobierno de Maduro.

El daño ya estaba hecho, el senado colombiano marcó la pauta del pleno restablecimiento de las relaciones diplomáticas y comerciales entre Colombia y Venezuela, cuando muy tarde, a partir de agosto del año 2022 cuando un nuevo presidente, estamos seguros muy diferente a Duque, asumirá la conducción de ese país.

Sin embargo, no está demás andarse con cuidado con estos vecinos. Suelen ser algo traicioneros. Piensa mal y acertarás.




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