Porlamar
29 de marzo de 2024





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El Galerón un género que se cultiva en el tiempo
Este tradicional canto margariteño ha pasado de generación en generación. En la actualidad está bien representado por José Ramón Villarroel, José Ágreda, Dalmiro Malaver, Ernesto Da Silva, Anacar Quijada Cardona, y otros tantos galeronistas que han hecho hasta lo imposible por mantener vivo este género.
Angélica Villarroel Butto|@angelicvillabut

Foto: Juan González

José Agreda y Ernesto Da Silva, en un festival de galerón. / Foto: Juan González

5 May, 2022 | La música es parte de los elementos de la margariteñidad y como dice el cronista del Estado Nueva Esparta, Verni Salazar, en uno de sus libros, “está arraigada en el sentimiento de la gente insular ya que forma parte de su querencia y cotidianidad, expresada en voces, versos y acordes que se difunden a través de los dieciocho géneros cada uno de los cuales con variantes y de acuerdo con la localidad donde se ejecuta o canta”.

A través del arte de la música insular, se escuchan historias de fe, paisajes, pescadores, agricultores y también sobre el gentilicio que define al pueblo neoespartano.

El galerón es uno de esos géneros que refleja al ritmo de la bandolina oriental, el bandolín, el cuatro y la guitarra, el acontecer diario del margariteño; y se posiciona como una de las manifestaciones más importantes de la cultura popular venezolana, por tener una fuerte influencia en el oriente del país.

Es tradición cantar galerón en las celebraciones populares como los velorios de la Cruz de Mayo, la Virgen del Valle y de algunos otros santos a quienes el pueblo les rinde honores. Este género se caracteriza por ser interpretado por varios cantantes que hacen uso de la décima o la espinela y van creando un contrapunteo.

En Margarita el canto de galerón ha pasado de generación en generación, en un tiempo fueron Chelías Villarroel, José Ramón González, Juan Cancio Rodríguez, José Ramón Villarroel, Luis Marín; después de ellos Agustín Quijada, Jesús Bellorín, Dalmiro Malaver, Ángel Marino Velásquez; y ahora está la otra generación masculina con José Ramón “Monguito” Villarroel, José Ágreda, Maximiliano José Villarroel, Dalmiro Malaver, Ernesto Da Silva; y femenina con Aurelia Ramos “La Coralita de Oriente”, Carmen Rafaela “La Gaviota”, y Anacar Quijada Cardona “La Hija de Las Musas”, que ha hecho hasta lo imposible por mantener vivo este género.

Dalmiro Malaver “La Culebrita de Oriente”

Foto: CORTESÍA

Dalmiro Malaver “La Culebrita de Oriente” / Foto: CORTESÍA

Para Dalmiro Malaver “La Culebrita de Oriente”, el legado que han dejado los antecesores poetas, compositores y galeronistas margariteños, así como la permanencia en el tiempo de la poesía rimada con la estructura decimal del músico y poeta español, Vicente Espinel, para el disfrute de todo un público que ama, vive y siente los cantos tradicionales, es algo que se debe seguir cultivando.

Malaver, quien a sus 47 años goza de una larga trayectoria musical, nació en San Sebastián en el municipio Gómez. Es hijo del folclorista Dalmiro Malaver “La Culebra del Rincón” y de Isaura Quijada de Malaver (+), sobrino del cultor Hernán Malaver “El Tacariguero” (+). Actualmente, por razones laborales, reside en El Tigre, Estado Anzoátegui, donde vive con su esposa Malgadys Carreño de Malaver, e hijos José Manuel y David Alejandro.

Inició en el mundo del canto cuando apenas era un niño, recibió sus primeras clases en la Escuela de Galerón Infantil fundada en Margarita por su tío Hernán. Luego recibe formación de la mano del maestro José Ramón Villarroel “El Huracán del Caribe”. De la compañía del maestro Alberto “Beto” Valderrama Patiño incursiona en los cantos tradicionales neoespartanos.

Después de adulto junto a su productor musical, Erasmo Cardona, ha realizado cuatro producciones musicales y próximamente estrenará la quinta. Cuenta Malaver que es un disco con alta presencia de cantos tradicionales neoespartanos, con letras de grandes compositores orientales y de su propia autoría.

El reconocimiento del público lo ha alcanzado a través de los años, y está absolutamente convencido que, “mientras estemos en este mundo, trabajando por nuestro folclor y dando nuestro mayor aporte a la cultura popular neoespartana, se mantendrá en vigencia la música margariteña. Las nuevas generaciones están llamadas a continuar la historia del canto margariteño”.

Mantiene la certeza que la generación de relevo está centrada y visualizada en las escuelas de cantos tradicionales, colegios públicos y privados, centros culturales y en los maestros. “Los profesores e instructores de música deben afianzar esa titánica labor de enseñar e ilustrar a los niños y jóvenes que garantizarán el futuro de la música popular neoespartana”.

Ernesto Da Silva “El Ciclón de Margarita”

Foto: Juan González

Ernesto Da Silva “El Ciclón de Margarita” / Foto: Juan González

Cultivar el género del galerón, es para Ernesto Da Silva “El Ciclón de Margarita” una tarea que no solo depende de los cultores, sino en la que también deben estar involucradas todas las instituciones relacionadas con el acervo cultural del estado.

“Los cantantes de galerón en esta generación interpretan todos los géneros de la música tradicional margariteña, los cantan, los improvisan, los ejecutan”, refiere Da Silva, quien a su vez, resalta que, hay una gran cantidad de jóvenes que se están iniciando en el canto tradicional, y lo ideal sería que las empresas públicas y privadas apoyen la iniciativa de la enseñanza de la música regional, “y que podamos ir a las escuelas, liceos, universidades públicas y privadas a dictar cátedras, foros, y que llevemos a esos viejos cultores a esos encuentros”.

El hijo de Eladia Tineo y Ernesto Da Silva (+), actualmente desarrolla un proyecto de formación dirigido a los niños y adolescentes del Colegio San Martín de Porres en Porlamar, municipio Mariño, como parte de su aporte a la preservación de la música en la entidad.

Siente que en Nueva Esparta falta una legislación que norme y que permita entrar en el “carril” a todos los establecimientos públicos y privados que con carácter de obligatoriedad presenten la música margariteña, se le pague y reconozca el trabajo del artista.

Su deseo es que los niños se instruyan, se preparen, amen las tradiciones, y conozcan quienes fueron personajes como: Francisco Mata, Jesús Ávila, Miguel Rivera, Indio Marín.

Ernesto quien ya tiene 43 años, nació en la Parroquia San Juan de Caracas y luego se vino a la isla con sus padres. Se inició en la música en la Escuela Básica Cruz Miguel García con el maestro Epifanio Ramón Arismendi. Su madre Eladia Tineo lo inserta en la Escuela de Cantos Tradicionales San Martín de Porres del sociólogo Jesús Bellorín “El Pollo”, en El Salado, Antolín del Campo y desde entonces fue construyendo su camino como galeronista, alcanzando el reconocimiento del público.

En la actualidad es padre de Rosana Nazareth Del Valle y Adriel Joan Alonso Da Silva Quijada, Sebastián Rojas Quijada; y esposo de Anacar Quijada “La Hija de las Musas”.

José Ágreda “El Vengador del Serafín”

Foto: Juan González

José Agreda “El Vengador del Serafín” / Foto: Juan González

A los cuatro años incursionó en el canto de la música tradicional. Y hoy con toda una gran experiencia acumulada, José Ágreda “El Vengador del Serafín”, siente que para mantener vivo el género del galerón, se deben emplear nuevas estrategias para dar a conocer lo que “somos como pueblo sin caer en la tergiversación, porque nuestra música no es solo música, es la identidad del margariteño”.

El hijo de Mildred Díaz y José Agreda (+), subraya que en Nueva Esparta existen extraordinarios escritores de la décima espinela que forma parte de la poesía rimada, la misma que llegó con el europeo a la isla de Cubagua en la década de 1520; pero que la actualidad demanda de buenos intérpretes e improvisadores para mantener en el tiempo el galerón. “Estamos en un proceso de resistencia cultural”.

Los inicios de Ágreda fueron en la Escuela de Galerón Bonifacio González de Altagracia; luego formó parte de la Escuela de Cantos Tradicionales del estado, dirigido por el maestro Alberto “Beto” Valderrama Patiño, donde se formó como intérprete y compositor de todos los géneros tradicionales de la región, especialmente el galerón; y gracias al profundo interés de sus padres logró convertirse tempranamente en improvisador, destacando en encuentros regionales, orientales y nacionales.

En sus 37 años de vida, este galeronista nacido en Juan Griego y con un hogar formado en Altagracia, ha alcanzado importantes reconocimientos como ganador absoluto de La Voz Municipal en Marcano, Galerón de Oro en el Estado Zulia, Premio Regional “Chelías Villarroel”, personalidad de especial mérito del Sistema Nacional de Culturas Populares y portador patrimonial del Estado Nueva Esparta; los cuales dedica a sus padres, esposa Carmen Ordaz, sus hijos José Francisco y Pedro Francisco, y demás familiares.

José Ramón Villarroel “El Hijo del Huracán”

Foto: CORTESÍA

José Ramón Villarroel "El Hijo del Huracán". / Foto: CORTESÍA

El galerón corre por las venas de José Ramón Villarroel “El Hijo del Huracán”, hijo del recordado José Ramón Villarroel y Silvia Marín de Villarroel. Se inició en el canto popular desde muy temprano en el núcleo familiar inspirado por su padre. En la escuela primaria participó en todos los actos de canto que organizó la institución, y durante la secundaria formó parte del grupo cultural, logrando grandes reconocimientos.

José Ramón Villarroel fundó muy joven la agrupación musical “Arimacia” con la que realizó diversas presentaciones y luego formó parte de la Orquesta Típica Margariteña dirigida por el maestro Alberto “Beto” Valderrama Patiño.

Con su experiencia en la música tradicional, “El Hijo del Huracán"” considera que, “el amor que sentimos por nuestros cantos es tan grande que no permitiremos que se muera y esto lo podemos lograr enseñando lo que sabemos para que nuestra música permanezca en el tiempo”.

En este sentido escribió un aguinaldo margariteño donde hace mención a las tradiciones musicales:

“La tradición no está muerta/

Vive en nuestros corazones/

Gracias a la tradiciones/

Nace nuestro canto y va de puerta en puerta”.

Su canto ha trascendido espacios, se ha presentado en grandes escenarios y con artistas reconocidos de Venezuela como el inolvidable Simón Díaz, Lilia Vera, Cecilia Todd, María Rodríguez, Rafael Montaño, Francisco Pacheco, Hernán Marín, Reynaldo Armas, José Julián Villafranca, y con las agrupaciones: Grupo Madera, Los Vasallos del Sol, El Cuarteto, siendo sus presentaciones más importantes en el país en la sala Ríos Reina del Teatro Teresa Carreño y en el Aula Magna de la UCV.

Ha participado en innumerables velorios de Cruz de Mayo y festividades de galerón dentro y fuera del estado. Formó parte de la delegación de Venezuela en festivales internacionales en: España, Cuba, Trinidad y Tobago.

El margariteño, José Ramón Villarroel, hoy con 57 años, y una unión matrimonial con Norinda Martínez de la cual nacieron sus tres hijos: Morica, Fabián y Ángel Villarroel Martínez; resalta que actualmente se está trabajando en el proyecto de las escuelas de cantos tradicionales con el propósito de enseñar a las futuras generaciones para no dejar morir el género musical del galerón y todos los cantos tradicionales del estado.

“Mientras yo esté vivo me dedicaré a enseñar para que nuestros cantos no mueran”, afirmó.

Anacar Quijada Cardona “La Hija de Las Musas”

Foto: CORTESÍA

Anacar Quijada Cardona “La Hija de Las Musas”. / Foto: CORTESÍA

Hablar de música tradicional, es para Anacar Quijada Cardona “La Hija de Las Musas” hablar de magia. “Es hermosa y muy variada. Al escucharla o cantarla siento muchas emociones, y decidí ser galeronista porque me gusta, me siento capacitada y por la escasez de mujeres improvisadoras”, expresó, al decir que siente una inmensa admiración por Aurelia Ramos "La Coralita”.

La margariteña Anacar, de 32 años, hija de Pedro Quijada el popular "Perucho" y Magalis Cardona; criada por sus abuelos Julián Velásquez y Flor Cardona, piensa que es fundamental no dejar morir los cantos tradicionales, y que la música regional debe ser primero, un estandarte que se mantenga entre las nuevas generaciones.

A sus 10 años comenzó a sentir inclinación por los cantos tradicionales. Al iniciar los estudios de bachillerato en el liceo Juan de Castellanos tuvo la ocasión de entrar en el coro y en la banda show de la institución. Ya finalizando la etapa diversificada, se le presenta la ocasión de ser elegida para participar en el festival de la Jota y la Malagueña pero, no pudo ser, por decisiones en el amor.

Al tiempo conoció al músico, intérprete y compositor, Wilman Rodríguez, a quien de vez en cuando le escribía una letra para que la evaluara. Renace la esperanza de volver a cantar y para su sorpresa la llama Aurelena Cabrera para que participara en el Festival Universitario de Cantos Tradicionales (FUNCAT), y sin pensarlo aceptó.

Junto a su esposo, el galeronista Ernesto Da Silva, empezó una nueva etapa en su vida. Comenzó a formar parte del movimiento Jóvenes Artistas en acción de la mano de Jorge Marcano, hasta que se decide improvisar décimas espinelas que le dieron la oportunidad de darse a conocer como "La hija de las Musas”, logrando poco a poco varios reconocimientos, entre ellos: Galerón de la Cruz de los Pescadores de El Guamache.

Sabiendo la importancia de mantener viva la música margariteña y con ella la identidad neoespartana, valora el esfuerzo que hacen “nuestros magníficos cultores por mantener vivas las escuelas de cantos tradiciones”. Cree que se deben reactivar las que no están funcionando.

ESCUELA DE CANTOS TRADICIONALES

Foto: CORTESÍA

Escuela de Música “Eliut González”. / Foto: CORTESÍA

Con el propósito de darle a conocer a los niños, jóvenes y adultos la importancia que tienen los cantos tradicionales en el Estado Nueva Esparta, nacen los centros de formación como la Escuela de Galerón “Hernán Malaver” que funciona en el centro cultural Moculta en San Sebastián, Escuela de Música y Canto Eliut González en Tacarigua, que permiten continuar cultivando la décima.

Escuela de Música “Eliut González”

Dentro de la misma funciona la Estudiantina “Eligio González”. Fue creada por el profesor Eliut González para seguir el legado de su padre, quien en vida fue un gran intérprete del género galerón y motivador de muchos niños y jóvenes de la comunidad, y recibió el apoyo del señor Eligio González “El Gladiador del alto del Gallego” para incursionar en el canto.

Foto: CORTESÍA

Escuela de Música “Eliut González”. / Foto: CORTESÍA

“El objetivo de la escuela de música es formar una gran institución donde los participantes puedan conocer nuestros diferentes cantos y ejecución de instrumentos musicales. Aquí tenemos el apoyo de los representantes de los niños”, mencionó.

En la Escuela de Música “Eliut González” enseñan todos los géneros tradicionales del estado, no solo para cantarlos sino ejecutarlos con un instrumento musical.

La escuela está formada por 40 participantes entre niños, jóvenes y adultos. Unos cantan y otros tocan instrumentos.

Eliut González cuenta que aunque tienen poco tiempo de haber creado la escuela, han logrado estar en diferentes escenarios de la región, dando a conocer los talentos ejecutantes del canto e instrumentación de la música popular.

“Considero que en nuestra escuela tenemos un gran potencial y relevo no solo en galerón, sino en todos nuestros cantos tradicionales, ese es nuestro fin mantener viva las tradiciones”, sostiene González; quien desde hace varias semanas se encuentra organizando “Un canto a las Madres”, un evento que se desarrollará el día 14 de mayo en Tacarigua, donde se presentarán cantos alusivos a las madres, compuestos por autores del pueblo en los diferentes géneros tradicionales.




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