6 Jun, 2022 | Hablar y escribir sobre la crisis del agua potable hacia la Región Insular, la verdad sea dicha, no representa ninguna novedad. El problema del agua es una vieja calamidad en estas Islas. Los neoespartanos siempre hemos luchado por resolver esa vital necesidad.
Ya en 1941, el periodista Salvador Ernández, denunciaba en el semanario “Zona Libre” esta grava situación así: “¿Cómo es posible que se deje a todo un pueblo a su triste suerte de vivir sin agua” y terminaba su artículo expresando:·” Margariteños, nuestra consigna debe ser: Agua o rebeldía”.
El gobierno de entonces encarceló por varios días al periodista Ernández.
En 1943, Jóvito Villalba, ese gran tribuno de la democracia, siendo Senador de la República como representante de su tierra insular, planteó en la Cámara del Senado este agudo problema en un discurso titulado: “Margarita: Un pueblo con sed”. Villalba, dijo, entre otras cosas, lo siguiente: “Voy a hablar del problema del agua en la Isla de Margarita … hablo de los problemas de Margarita, porque como margariteño, debo ser el vocero de ellos ante esta Cámara, y me siento naturalmente preparado para hacerlo por razones de directo conocimiento de ellos. El año pasado, una comisión de margariteños, en la cual tuve el honor de contarme, visitó personalmente en el Palacio de Miraflores al general Medina Angarita y le hizo presente la angustia del pueblo margariteño ante el problema del agua en nuestra Isla. El general Medina nos recibió y prestó una gran atención a la exposición que le hiciéramos, y mostróse altamente enterado e interesado en el problema. Nos dijo entonces el Presidente que él consideraba ambiciosamente como una de las glorias posibles de su administración el resolver el ingente problema, y que contáramos que él haría lo posible y lo imposible por no descender del poder sin dejar plenamente resuelto el problema del agua de Margarita. Nos dijo que era el criterio del Ministerio de Obras Públicas que el problema de Margarita no podía resolverse de verdad sino a base de la conducción del agua desde la costa firme por la vía submarina hasta Margarita, y que ese proyecto representaba para el Erario una erogación de no menos de cinco millones de bolívares, que el Gobierno estaba dispuesto a hacer”.
Pero, el Presidente Medina fue derrocado por un golpe de Estado el 18 de octubre de 1945. Después, ni la Junta de Gobierno que presidio Betancourt, ni el corto gobierno de Gallegos, ni la dictadura perezjimenista pudieron construir la aducción submarina que le había planteado el Presidente Medina a la comisión de margariteños en Miraflores.
Fue al comienzo del periodo democrático que el Presidente Betancourt hizo realidad la tubería submarina con un proyecto de la Junta de Gobierno presidida por Wolfang Larrazábal. Luego el gobierno del Presidente Lusinchi realizó otros trabajos que complementaron el sistema de tubería submarina de llegada del vital líquido a nuestras Islas.
Hoy la situación es peor. Los ciclos de agua llegan a 60 días, porque no se han hecho las inversiones necesarias ni se ha realizado el mantenimiento debido a ese sistema. Desde 2018 el sistema Turumiquire trabaja a un 50 % de su capacidad, por las razones arriba mencionadas
Necesitamos soluciones efectivas a tan agudo y viejo problema. Y por último, dejemos de tratar este tema con politiquería y ambiciones electorales, porque de eso, tenemos de sobra, lo que no hay es agua.