28 Sep, 2022 | Francisco Castañeda Malavé es de esos margariteños que tiene el maruto enterrado en Porlamar desde hacen 80 años y conoció, a principios de los años 40, el andar suave de las lanchas que cruzaban el mar de la Virgen bonita, por los lados de Guaraguao y el Faro de la Puntilla; ese mar que también conoció a Villardiga cuando recaló a cumplir los planes de los Villalobos, lleno de ganas pero sin entusiasmo posterior por lo agreste del sitio y la falta de un techo. Francisco Castañeda, de los mismos Castañeda que llegaron por Cubagua y se asentaron en el Valle de San Juan siguiendo a Pedro de Alegría, está arribando a sus primeros 80 años, convertido en uno de los mejores historiadores de la tierra de Prieto, Cheguaco, Charo, Jesús Manuel y Felito; es un verdadero Patrimonio Cultural de nuestras Islas, porque su historial académico así lo indica: Antropólogo de la Universidad Central de Venezuela, Maestro de Antropología Social de la Universidad Autónoma de México, Profesor titular de la Universidad de Oriente donde fue Decano del Núcleo de Sucre, Individuo de número de la Academia de la Historia del Estado Nueva Esparta, Premio Regional de Historia de Nueva Esparta del año 2021, Cronista del Municipio Mariño, Profesor de la Maestría Regional de Historia de la Unimar y autor de varios textos, libros y artículos sobre la Etnohistoria Regional de Nueva Esparta
Su personalidad está cargada de humildad la cual se liga con su sapiencia para enaltecer nuestro gentilicio; es de esos margariteños que ama a su Virgen, a sus costumbres y tradiciones, a su música y a su gastronomía, enemigo de poses y egos, conocedor profundo del papel del africano en nuestras tierras y quien siempre anda hurgando en papeles y documentos para reconstruir la patria que desde lo pre-hispánico tenemos como norte y bandera. Sus amigos de infancia le dicen Camán, en honor a las lecturas de nuestro recordado Marcial Lafuente Estefanía, escritor que pintaba las cantinas y saloon con los tiroteos de los buenos con los malos y nos transportaba a recordar el espacio, entre ambas cejas, donde siempre “el muchacho”, depositaba sus balas.
Amante de su Plaza Bolívar, de su Liceo Nueva Esparta entre las calles Velásquez y Guevara, amigo de Juan Chichero y Masarango, del Mercado Viejo de Porlamar y de las caminatas hasta los pies de la Virgen en El Valle del Espíritu Santo…..era una infancia sin vicios, de esa Margarita del ron con ponsigué, de Chuíto, el de Amalio, de Luzardo, de Chentico Ordaz, de Humberto, Jaime y Adolfo Herrera, Cherry Gómez, Yemo Fuentes, El Gato Edgar, Ponciano Ferrer, Chico Pote, Erasmo González, Chuíto, el de José Jesús, Moncho Buitre, los Abouhamad….hombres que han dado calor a nuestra neoespartaneidad.
Han pasado 80 años y Francisco Emilio, el Caman de la infancia de oro, se ha convertido en uno de los mas genuinos historiadores de nuestras Islas, hurgando archivos polvorientos, escribiendo crónicas, dictando charlas y documentando cuartillas convertidas en libros. Ya es parte de nuestra Historia neoespartana, reconocido por todos y, quizás lo mas importante: Que todos nos sentimos orgullosos de sus enseñanzas y sus consejos.
Larga vida a Francisco Emilio Castañeda Malavé y Feliz Cumpleaños, compañero de viaje.