Porlamar
28 de marzo de 2024





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Y dijo Dios tengo una idea
Llegado este momento, alzamos la mirada al cielo buscando respuestas y haciendo juicio de valor de quien se imaginó y creo este planeta para nosotros
JOSELINO SERRANO Joselino.serrano@gmail.com @jmserrano73

1 Dic, 2022 | Contemplando las cosas grandes, como el firmamento que dibuja el manto azul oceánico, este que al ser observado en el horizonte se fusiona en un solo color igual al del cielo. Donde se hace imposible identificar, mediante la vista humana en qué punto inicia y cuál es su punto final, allí en esa precisa observancia, podemos reconocer el Poder de su Creador y la amplitud de su Amor; solo Él pudo regalarnos esta maravilla. Lo realmente impresionante de todo esto, es que ambos elementos fueron creados en un solo día, y nuestro Padre Celestial observo que era bueno. Así fue creando otros elementos importantes, que ayer y hoy en su conjunto lo reconocemos como nuestro planeta Tierra, contentivo de agentes bióticos y abióticos, todo esto realizado en seis días, porque al séptimo descanso y en medio de dicho descanso; frente a toda su creación dijo que todo era bueno. El Señor, nuestro Dios genero relaciones armónicas, sustentables y sostenibles que hoy los inquilinos de esta nave espacial llamada Tierra, vemos como la actividad antrópica generada e instrumentada por el hombre busca sobrepasar sus capacidades de cargas de los ecosistemas. En repuesta de acciones irracionales ambientalmente, vemos eventos naturales que causan el asombro de nuestros ojos y entramos en un pánico que aun consiente que es nuestra culpa, evitamos reconocer y resarcir nuestro comportamiento.
El texto bíblico, nos registra la primera caída del hombre en el Edén (Adán y Eva) producto de la desobediencia, trayendo por consecuencia vivir de una manera distinta a la ideada por Él Dios de las Alturas. En nuestros inicios como civilización si bien era cierto que biológicamente existía una cadena alimentaria donde las especies vivas en un acto de sobrevivencia dependían unos de otros, también era cierto que la taza de intervención era razonable y se desarrollaba de acuerdo a la necesidad de subsistir. No era necesario talar diez hectáreas de bosques para construir una cabaña o talar esa misma cantidad de bosque para obtener unos gramos de oro, como no reconocer nuestra insensatez y no generar un acto reflexivo, frente a la alta voracidad e irrespetuosa forma de manejar los otros elementos que junto al hombre comparte la vida en el planeta. No se mata al Individuo animal o vegetal para sustentar la necesidad habitacional o alimentaria, no, para nosotros, en medio de nuestra irracionalidad debemos acabar los bosques, matar el rebaño o la camada completa y hasta somos capaces de publicar gráficamente este tipo de actividad de extinción natural, como una gran osadía, esperando un reconocimiento o trofeo social, sin saber que junto a ese hecho fatalista estamos matando nuestra reservas para nuestra sustentación en el tiempo y el espacio. Por otro lado, tenemos una forma tan inusual de teñir ese océano y cielo creado por Dios, con elementos físicos, químicos o radioactivos que no forman parte de su composición natural, generando acciones adversas que superan sus límites de sostenibilidad; es en este momento que se inicia un manejo estadísticos, en cuanto a: indicadores, escalas, frecuencias, valores, entre otros indicando que algo está mal con grandes consecuencias que son capaces de registrar altos picos en pérdidas humanas y materiales. Llegado este momento, alzamos la mirada al cielo buscando respuestas y haciendo juicio de valor de quien se imaginó y creo este planeta para nosotros, cuanto ideólogos científicos se tomaron un tiempo de intimidad con el Señor para a través de la oración que es la única manera de conversar con Él, solicitar sabiduría y discernimiento en sus asuntos de investigación e instrumentación, como civilización actuamos a espaldas de Dios, creemos en nuestra verdad y negamos su soberanía sobre nosotros. No niegues la presencia de Dios Él es bueno y nos dio este planeta como regalo, cuidémoslo.




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