David Ramos. / Foto: CORTESÍA

7 Dic, 2022 | Bravos de Margarita le brindó un amplio respaldo ofensivo al abridor David Ramos y apabulló el martes 13-5 a Tiburones de La Guaira en Macuto.

Tres carreras en el primer capítulo, siete en el tercero, dos en el quinto y una en el octavo encaminaron a la novena insular a una victoria en el recinto litoralense. Allí mejoró su récord a 15-21 para igualar a Caribes de Anzoátegui en la séptima posición de la tabla, donde el equipo salado ocupa la tercera plaza con una foja en 21-15.

Ramos, hermano del receptor Wilson Ramos (Tigres de Aragua), aprovechó el colchón de anotaciones que le dio su toletería para acreditarse el éxito en su primera apertura de la temporada 2022-2023 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), donde transitó 5.0 entradas sin mayores complicaciones.

“Realmente me siento contento, porque pudimos obtener la victoria. Estuve bastante concentrado porque traté de aprovechar la oportunidad que me dio el equipo con esta apertura. Se me dieron bien las cosas porque salí a atacar a los bateadores desde temprano”, explicó Ramos a Trina Ballesteros, jefa de prensa de Bravos, tras el reciente juego en el que lució casi intratable en la lomita.

Este escopetero derecho toleró tres hits en una noche en la que regaló una base por bolas y les recetó ponches a tres de los 18 oponentes que enfrentó. Fue testigo de la brillante exhibición al ataque de sus compañeros que dispararon la bicoca de 13 inatrapables y jamás pusieron en riesgo su merecido lauro.

“Una de las claves de mi buena presentación fue que me enfoqué en localizar mis pitcheos de la mejor manera y se dieron los buenos resultados (…) Al final sólo salí a cumplir con mi trabajo porque (el receptor) Juan Graterol me dio mucha confianza al momento de llamar los envíos. Pienso que eso me ayudó a conseguir la victoria”, añadió el diestro que fue relevado por Manuel Rondón, Henry Martínez, Jesús Martínez, Julio Vivas y José Valdez en un desafío en el que reiteró su admiración por Graterol.

“Graterol es un cátcher que estudia mucho a los bateadores y siempre se prepara tanto física como mentalmente. Creo que la comunicación entre ambos fue bastante buena, porque el me dijo ‘déjate llevar por mí. Cuando yo te haga la seña, ejecuta los pitcheos’ y eso nos dio excelentes resultados”.