Porlamar
28 de marzo de 2024





EL TIEMPO EN MARGARITA 28°C






La restauración de la IV República
El intérprete del audio concluyó afirmando que se constituiría una comisión de transición integrada por cerca de veinte personas, en donde por cierto no apareció el pueblo por ninguna parte.
José Gregorio Rodríguez Jotaerre577@gmail.com

19 Ene, 2023 | En los días previos a la navidad de diciembre pasado, a propósito del espectáculo que ofrecía a la opinión pública nacional e internacional la oposición política venezolana agrupada en el G4 PLUS, entre quienes patrocinaban la terminación del supuesto “gobierno interino” de Juan Guaidó, la gente de Ramos Allup; Primero Justicia, de Henrique Capriles y Julio Borges; Un Nuevo Tiempo, de Manuel Rosales y Omar Barboza; y el Movimiento Por Venezuela, de Simón Calzadilla; y quienes se aferraban a la idea de la prolongación del “experimento” Guaidó, liderados por Voluntad Popular; además de algunos “juristas” de las élites del Poder Judicial, en la Venezuela pre-chavista, me llamó mucho la atención el pronunciamiento del abogado Román Duque Corredor.

Este ex magistrado de la antigua Corte Suprema de Justicia, emitió una declaración según la cual el Departamento de Estado de los EEUU, a través de la OFAC, “certificó la autoridad del presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, para recibir y controlar ciertos bienes en cuentas del Gobierno de Venezuela o del Banco Central de Venezuela en poder del Banco de la Reserva Federal de Nueva York o cualquier otro banco estadounidense asegurado, de conformidad con la Sección 25B de la Ley de la Reserva Federal”, olvidando señalar que, esa había sido una declaración del ex secretario de estado de USA, Mike Pompeo, en los tiempos del gobierno del señor Donald Trump, ofrecida el 25 de enero del 2019.

Inmediatamente recordé dos audios que, en esos días del comienzo del año 2019, circularon profusamente por las redes sociales, uno, pronunciado por el ex dirigente del partido Copei, Gustavo Tarre Briceño; y el otro, con las palabras del abogado Duque Corredor, ambos justificando la “jugada” del antichavismo vernáculo desde la antigua Asamblea Nacional.

Los dos los transcribí y publiqué en ese entonces, denunciando que se trataba del intento de un golpe de estado bajo la modalidad de la instauración de un “gobierno paralelo”. El de Duque Corredor circuló con el título de “La Restauración de la IV República”.

Por aquello de que “recordar es vivir” y para evidenciar cómo este tipo de personajes son capaces de acomodar sus “opiniones jurídicas” de acuerdo con las circunstancias, hoy quiero compartir con ustedes la trascripción de ese audio:

“La situación que está planteada en Venezuela no tiene previsión constitucional de ningún tipo. Solamente interpretaciones de las normas constitucionales producidas por las circunstancias de hecho, son las que permiten darle una cierta sustentación, pero la realidad es que no existe frente a lo que está planteado en Venezuela una previsión clara establecida en la constitución ni unas normas que deban cumplirse, mucho menos el 233 que no prevé una situación como esa. Lo que está ocurriendo en Venezuela, como tampoco está previsto el tema de las transiciones, la transición no tiene sustentación jurídica constitucional en este país, lo que está ocurriendo en Venezuela es una situación de hecho que tiene mucha similitud con lo que ocurrió en el año 1958. En Venezuela hubo una elección en noviembre de 1957, un plebiscito por el cual se reeligió al presidente Marcos Pérez Jiménez. Así fue, ocurrió, hubo la elección, fraudulenta por supuesto, hubo la proclamación, la juramentación y el señor en enero de 1958, inició un nuevo período constitucional de cinco años. El primero de enero se produce el alzamiento militar de la aviación y el bombardeo de Miraflores por el coronel Hugo Trejo, se había constituido la Junta Patriótica y estaba activando a todo el país con protestas, se produce la pastoral de Monseñor Arias Blanca, se agita todo el ambiente y el Alto Mando Militar le pide a Pérez Jiménez, que saque al Jefe de la Seguridad Nacional, para tratar de aplacar la protesta. Efectivamente eso ocurre, sacan del país a Pedro Estrada pero no se produce, no se calma la protesta, la protesta sigue, siguen las manifestaciones hasta que el 22 de enero de 1958 el Alto Mando Militar, los cuatro comandantes de fuerza deciden agarrar al señor presidente en ejercicio proclamado, producto de una elección fraudulenta, lo montan en la noche en un avión en el aeropuerto de La Carlota iluminado con vehículos porque no tiene balizaje y lo sacaron del país. Que pasó al día siguiente, al día siguiente no hubo presidente, hubo una Junta Militar de Gobierno, integrada por los cuatro comandantes de fuerza y presidida por el oficial de más alta jerarquía, que fue el Almirante, Wolfang Larrazábal. Siguen las protestas, especialmente contra dos de los componentes de la Junta Militar, y un determinado momento, poco tiempo después, muy poco tiempo después, se produce que sacan a dos de los jefes militares que estaban en la junta y son sustituidos por dos notables empresarios, el señor Eugenio Mendoza y el señor Blas Lamberti. Así la junta deja de ser una Junta Militar y pasa a ser una Junta Cívico-Militar, seguía presidida por el Almirante Larrazábal y nombraron como secretario a un ilustre jurista, el doctor Edgar Sanabria. Así siguen las cosas, se fijan las elecciones para diciembre y esa Junta, no un presidente, esa Junta de Gobierno, gobernó a Venezuela en ese período de transición. Hasta que al Almirante Larrazábal le entra la “piquiña” de ser candidato y renuncia a la Junta para poder postularse como candidato presidencial y como ninguno de los militares, ni los dos civiles quisieron aceptar la presidencia, entonces nombran al doctor Edgar Sanabria, como presidente de la Junta de Gobierno que conduce al país hasta la elección del señor Rómulo Betancourt, en diciembre de 1958. Y colorín colorao, se acabó el cuento porque ahí se restablece la institucionalidad democrática. Esto que está pasando en Venezuela, es prácticamente igual, son las mismas circunstancias, no hay manera de forzar la barra para decir, hay una desesperación, porque es como que vamos a buscar al mago, al que va a solucionarnos el problema, es una ingenuidad de marca mayor. Maduro sigue sentado en Miraflores, está gobernando, tiene el respaldo de la Fuerza Armada ahorita, pero en medio de una crisis pavorosa, donde poco a poco se viene resquebrajando, donde la población ha vuelto a tomar impulso, donde va a salir a la calle, donde la comunidad internacional está empujando, y prácticamente los pronunciamientos de todas las instituciones, de todos los factores de poder, están quebrando lo único que sostiene al señor Maduro que es la Fuerza Armada. Esto está a punto de caramelo porque la Fuerza Armada está al borde de una crisis que es la que en definitiva va a resolver y si la Fuerza Armada resuelve el problema, lo va a resolver como, sacando al señor Maduro del gobierno, punto, y que va a haber, va a haber una Junta de Gobierno, si eso no ocurre, va a haber lo que está previsto que está estudiado, viene siendo asesorado por una cantidad de personas notables con muy buen criterio que es la creación, yo no recuerdo el nombre ahorita, creo que se llama la comisión nacional, algo así, que va a estar integrada por ceca de quince, dieciséis o diecisiete personas, ahí va a estar los tres directivos de la Asamblea Nacional, los cuatro comandantes de la Fuerza Armada, representantes de la iglesia, representantes de los empresarios, de los trabajadores, de la sociedad civil, etcétera, que son los que van a gobernar en equipo a Venezuela durante el periodo de transición, mientras se reorganiza, se reestructura el estado, se nombran nuevos órganos del poder público, nuevo Consejo Nacional Electoral, se convoca a elecciones, eso será probablemente en el plazo del año, a lo mejor un poco más y punto. Habrá una elección, habrá candidatos, se elegirá un presidente y se restablecerá la institucionalidad democrática. Mientras tanto, el que va a estar gobernando, es, así como cuando ocurrió lo de Pérez Jiménez, fue una Junta Militar y después Cívico-Militar, aquí va a gobernar una cosa que tiene un nombre que no recuerdo ahorita, que es la que va a gobernar, ahora quien preside eso, el señor Juan Guaidó, en su condición de presidente de la Asamblea Nacional, porque es el único órgano legítimo, con legitimidad de origen y con competencia para asumir de manera fáctica una situación que no tiene previsión constitucional”.

En esa oportunidad manifesté que ese mensaje estaba dirigido fundamentalmente a la Fuerza Armada Nacional y por eso se intentó comparar la situación política del momento, con el derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez en 1958. Pero el “veneno” estaba al final. El intérprete del audio concluyó afirmando que se constituiría una comisión de transición integrada por cerca de veinte personas, en donde por cierto no apareció el pueblo por ninguna parte. Definitivamente, ese fue un “golpe suave” intentado para la restauración de la IV República.

Esa es la verdad y hay que recordarla.




Contenido relacionado












Locales | Sucesos | Afición Deportiva | Nacionales | Internacionales | Vida de Hoy | Gente Feliz | 50° Aniversario | Opinión


Nosotros | HISTORIA | MISIÓN, VISIÓN Y VALORES