23 Feb, 2023 | A mediados de la década de los 70, el maestro José Antonio Abreu invitó a un pequeño grupo de músicos venezolanos a “soñar juntos” y organizar una orquesta juvenil que permitiera a los estudiantes realizar prácticas en conjunto para transformar la educación musical en nuestro país y crear un gran movimiento nacional con identidad venezolana que se convirtiera en una fuente laboral digna y profesional.

Respaldados por un decreto oficial del año 1964, el cual contemplaba la obligatoriedad de la práctica en grupo para los alumnos de las escuelas de música del estado, José Antonio Abreu, acompañado por otros nueve estudiantes; Frank Di Polo, Ulyses Ascanio, Sofía Muhlbauer, Carlos Villamizar, Jesús Alfonzo, Edgar Aponte, Florentino Mendoza, Carlos Lovera y Lucero Cáceres, comenzaron a reunirse a finales de 1974 y juntos, “emprendieron la travesía”.

El primer gran ensayo se realizó el 12 de febrero de 1975 en la Escuela de Música Juan José Landaeta, con la participación de jóvenes músicos de todo el país, especialmente de los estados Aragua, Carabobo, Lara, Táchira, Trujillo, Zulia y de la ciudad de Caracas, quienes se convertirían en el semillero que constituyó la “Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil de Venezuela, Juan José Landaeta”, la cual debutó en la sede de la Cancillería venezolana.

Esta agrupación primigenia del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, integrada en su nacimiento por 80 músicos, tuvo figura legal desde el 12 de febrero de 1975, y desde entonces comenzó una maravillosa historia de éxitos que en 1978 cambió su nombre y se denominó “Orquesta de la Juventud Venezolana Simón Bolívar, actualmente conocida como “Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela”, ha realizado el más importante periplo de presentaciones internacionales y se ha convertido en la orquesta cúspide de "El Sistema", y embajadora de la identidad artística de Venezuela.

En 1993 la institución es galardonada con el Premio Internacional del International Music Council de la UNESCO. En 1995 la misma UNESCO designa al maestro Abreu, como embajador en Misión Especial para el Desarrollo de una Red Global de Orquestas Juveniles e Infantiles y Coros, y luego la misma institución termina creando un programa internacional equivalente. Los premios y reconocimientos a Abreu y su proyecto en todo el mundo se cuentan por decenas.

Vale la pena recordar parte de las palabras del discurso de José Antonio Abreu del 7 de diciembre del 2001, cuando recibió en Estocolmo, Suecia; de manos del señor Jakob von Uexkull, presidente de la Fundación The Right Livelihood Award (RLA), el Premio Correcto Modo de Vida, conocido como el Nobel Premio Nobel Alternativo: “El sistema nacional de orquestas preescolares, infantiles y juveniles está contribuyendo en gran medida a construir, en el espacio público, una imagen del músico venezolano exitosa, una carrera profesional como posibilidad, con estatus y reconocimiento social; un modelo y oportunidad a seguir para las juventudes venezolanas. Se están creando, así mismo, nuevos significados relacionados con la cultura del mérito, el esfuerzo, la constancia y la disciplina, como dignos caminos que conducen hacia una Venezuela mejor”.

El pasado 12 de febrero del 2023 “El Sistema” cumplió 48 años de labor ininterrumpida, reafirmando el poder de la música para reunir, compartir y transformar sociedades a través de instrumentos y voces, como parte de su mística pedagógica, social y artística de este programa educativo creado en 1975, por el Maestro José Antonio Abreu.

Ocho días después del cuadragésimo octavo aniversario de “El Sistema”, el pasado 20 de febrero, el maestro venezolano Gustavo Dudamel, quizá el más “mediático” de los “hijos” de El Sistema, fue presentado en el Lincoln Center de la ciudad de New York, como el nuevo director musical de la Filarmónica de New York para la temporada 2926-2027, concluyendo una celebrada etapa con la Filarmónica de Los Ángeles que comenzó en 2009, y convirtiéndose en el primer director hispano de esta reputada orquesta.

Como escribiera el 12 de febrero del 2022, Pablo Lucioni, en la revista Música ClasificaBA: “Gustavo Dudamel es sin duda el hijo más representativo y, por lejos, con mayor repercusión internacional que haya tenido la organización venezolana de orquestas infantiles y juveniles que tanta fama y trascendencia ha adquirido a nivel mundial. Gustavo Adolfo Dudamel Rodríguez, tal su nombre completo, indudablemente es el hijo más representativo y, por lejos, con mayor repercusión internacional que haya tenido El Sistema. Gustavo a secas, como en forma afectuosa lo llama el público y como también se lo conoce mediáticamente, tuvo un perfil que, desde su temprana juventud, lo convirtió en una figura atractiva y carismática. Sumado esto a su talento musical y a un apoyo no menor que recibió de su país, algunos inclusive dirán que, del régimen, lo catapultó a las ligas mayores de la escena musical internacional.

El fenómeno fugaz que podría haber sido, por el contrario, se convirtió en un sólido exponente de la dirección, disputado por orquestas, mantenido como una valiosa joya por la discográfica Deutsche Grammophon, buscado por los medios como un referente en formato jovial y desacartonado para hablar de música clásica… Ya nadie duda que el músico, el artista, superó al prodigio fotogénico emergente de hace unos años y, aun sin perder el atractivo inicial, llegó a ser un director que marca tendencias con simultáneo respeto por la tradición”.

Entre muchos otros músicos y directores emergidos de El Sistema, destaca Gustavo Dudamel, integrante ilustre de esa numerosa legión de embajadores musicales de Venezuela, formados en esta maravillosa creación del maestro Abreu.

Honor y gloria a José Antonio Abreu, y muchas felicitaciones al mayor exponente de su obra maestra, Gustavo Dudamel.