11 May, 2023 | Quizá la más bochornosa actuación de la anti patriótica oposición política venezolana agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), es la entrega que, con el “aval” de una ficción denominada Asamblea Nacional “legítima” de 2015, están haciendo de la empresa Citgo Petroleum Corporation, uno de los principales activos de Venezuela en el extranjero. Se la obsequiaron al gobierno de los EEUU y a los principales consorcios petroleros de ese país en bandeja de plata.

Imposible borrar de la historia política de nuestro país, este episodio de entrega y sumisión protagonizado por los jerarcas del G4 (AD, PJ, UNT y VP), hoy mutado en PUD, quienes actuando en complicidad con sus aliados de Vente Venezuela, Causa R, Convergencia y uno que otro partido político de maletín, fraguaron en la Asamblea Nacional electa en el 2015, la “entrega controlada” de Citgo.

Coincidió ese periodo legislativo nacional (2016-2021), con el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump (2017-2021), quien sin duda ha sido el jefe de estado de ese país que ha llegado más lejos apoyando la pretensión de las corporaciones petroleras de ese país de apoderarse del crudo venezolano.

La opinión del ex presidente Donald Trump sobre el tema petrolero y los países que lo poseen es muy clara. En el año 2011, cuando poco o casi nada se hablaba de su aspiración presidencial, declaró al Wall Street Journal, que apoyaría la intervención de Estados Unidos en Libia si pudieran "tomar el petróleo". Luego, en 2016, hablando como candidato presidencial, reafirmó que los Estados Unidos deben "tomar el petróleo" cuando intervienen o invaden naciones extranjeras.

Días después, el mismo Wall Street Jornal reveló que "Trump solicitó una reunión informativa sobre Venezuela en su segundo día en el cargo, a menudo hablando con su equipo sobre el sufrimiento del pueblo venezolano y el inmenso potencial del país para convertirse en una nación rica a través de sus “reservas de petróleo”.

La designación de Rex Tillerson, ex presidente de la Exxon Mobil como secretario de estado de su primer gabinete de gobierno (1 de febrero de 2017-13 de marzo de 2018), confirmaron la apreciación de que Trump se comportaría en la presidencia de USA como lo que realmente es, un hombre de negocios y el petróleo es el big business del mundo.

Luego, inmediatamente después de la “autoproclamación” de Juan Guaidó, como “presidente interino” el 23 de enero de 2019, el reconocimiento de Trump al “autodesignado”, fue el primero en producirse y sus actuaciones luego de ese reconocimiento fueron en la dirección de ponerle la mano al petróleo venezolano

Sin guardar las apariencias, el 24 de enero a primera hora de la mañana, el senador estadounidense Marco Rubio escribió en twitter: “Los mayores compradores de petróleo venezolano son Valero Energy & Chevron. El refino de crudo pesado de Venezuela apoya grandes trabajos en la costa del Golfo. Por el bien de estos trabajadores estadounidenses, espero que comiencen a trabajar con la administración del presidente Guaidó y eliminen el régimen ilegítimo de Maduro”.

Algunas horas después, el señor Jhon Bolton asesor de seguridad nacional del gobierno estadounidense le declaró a la periodista Trish Regan, de Fox News: "Estamos analizando los activos petroleros. Ese es el flujo de ingresos más importante para el gobierno de Venezuela. Estamos viendo qué hacer con eso (…) Estamos conversando con las principales compañías estadounidenses que están en Venezuela o en el caso de Citgo aquí en los Estados Unidos. Creo que estamos tratando de obtener el mismo resultado final aquí (...) Hará una gran diferencia económica para los Estados Unidos si pudiéramos hacer que las compañías petroleras estadounidenses realmente inviertan y produzcan las capacidades petroleras en Venezuela".

Obviamente, no fue casual la referencia del señor Bolton a la empresa venezolana Citgo. Para ese entonces, el señor Trump y su gobierno, daban por seguro que Nicolás Maduro sería derrocado y que comenzaría una nueva “luna de miel” entre las compañías petroleras estadounidenses y la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), para la que tenían preparado una política de desmembramiento progresivo de su estructura, para irla entregando por partes a las transnacionales del negocio, todo esto contando con la complicidad del señor Guaidó.

Cuatro días después, el 28 de enero de 2019, el señor Bolton anunciaba junto a Steven Mnuchin, a la sazón secretario del Tesoro de los EEUU, la inmovilización de las cuentas del Banco Central de Venezuela y demás activos de la República Bolivariana de Venezuela en ese los Estados Unidos, incluyendo a Citgo.

Sobre el particular, escribió en ese entonces para Misión Verdad, el analista Franco Vielma: “Desde este punto, Washington emprende el ejercicio de una acción de arbitraje sobre los bienes soberanos de Venezuela, o lo que es en términos prácticos, su uso y aprovechamiento para adjudicarlos a discrecionalidad. En teoría, Washington comenzaría a adjudicar los bienes de PDVSA a Juan Guaidó, quien en simultáneo ordenó desde Venezuela la ‘toma progresiva y ordenada’ de los activos de la República en el extranjero. La Casa Blanca subrayó que, al recibir petróleo venezolano en refinerías estadounidenses, los pagos irían directamente a beneficio del ‘gobierno paralelo’ de Guaidó y sus acólitos delegados para supuestamente administrar los bienes venezolanos. En teoría, la intención declarada sobre Citgo ocurre como ‘medida de resguardo’ de los activos venezolanos. Los bienes venezolanos congelados son cuantificados en unos 7 mil millones de dólares por el secretario del Tesoro, y su despojo efectivo y de hecho vendría con una pérdida adicional a Venezuela de ingresos por los 11 mil millones de dólares según Mnuchin, por concepto de pérdidas en las exportaciones petroleras”.

Para ese entonces era Guaidó el “beneficiario de las bondades” de los EEUU, y le permitieron el acceso a los recursos de Venezuela “congelados” en ese país. Ahora se repite la historia con la señora Dinorah Figuera, dirigente de Primero Justicia, quien tiene unos cuantos años viviendo en España, por voluntad propia, porque no existe ninguna medida judicial en su contra por razones políticas, y cómo fue designada como “presidenta de la AN 2015”, se convirtió en la “heredera” de los privilegios que los EEUU otorgaban a Juan Guaidó.

Es por eso que el pasado 4 de mayo, el Departamento de Estado de los EEUU decidió que la Asamblea Nacional de 2015, presidida por Dinorah Figuera, tenga acceso a cuentas bancarias con aproximadamente 347 millones de dólares de Venezuela congelados en bancos de Estados Unidos.

La misma receta de siempre, desde la época de la colonización española, cambiando “espejitos por oro”. Podrán adornarlo de cualquier manera, revestirlo de “leguleyismo” internacional, pero en la vida real se están llevando Citgo, la joya de la corona.