José Gregorio Rodríguez R.
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4 Jul, 2024 | Los días previos al inicio oficial de la campaña electoral en Venezuela este 4 de julio estuvieron muy movidos, pero más allá de lo que declaran los dirigentes de los partidos que integran la Plataforma Unitaria (PU), “la línea política real” está expresada en los movimientos, las actuaciones, los escritos de quienes desde hace un buen tiempo desplazaron de la dirección política de ese sector de la oposición, a Ramos Allup, Capriles, Rosales, López y Guaidó, entre algunos otros de menor “peso específico”.
Me refiero a María Corina Machado y su entorno más cercano, el “primer anillo de influencia”, de la máxima lideresa del sector de la oposición que se agrupa en la PU.
En lo político-operativo se ubica en un destacado lugar la señora Magalli Meda, quien, a pesar de estar refugiada en la residencia del Embajador de Argentina en nuestro país, ejerce “a placer” como jefa del comando de campaña de María Corina Machado y Vente Venezuela. Obsérvese que escribo ejerce como jefa de campaña de MCM, más no del candidato presidencial de la PU, Edmundo González Urrutia.
En lo teórico, en la elaboración de las líneas políticas, en la construcción de la “narrativa” de MCM, se ubican en privilegiado lugar, en primer lugar; el economista Carlos Blanco, quién desde la dirección del “ultra izquierdista” grupo “Chocolate” de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela de los años 80 de la década pasada, “evolucionó” al entorno de los presidentes venezolanos militantes de Acción Democrática, Jaime Lusinchi y Carlos Andrés Pérez, para terminar “aterrizando” en el regazo de la señora Machado, de donde desplazó a importantes figuras políticas de la denominada IV República, como el experimentado parlamentario Gustavo Tarre Briceño, ex dirigente del partido socialcristiano Copei, quién terminó como “embajador” del señor Juan Guaidó en la Organización de Estados Americano (OEA), de la mano de Luis Almagro.
También cercano a Machado, actúa Antonio de la Cruz, director ejecutivo del “Inter American Trends Think Tank”, quién impulsado por el padrinazgo de Carlos Blanco, se convirtió en el “estratega político de cabecera” de la jefa de Vente Venezuela.
Precisamente, ejerciendo esa condición, el señor de la Cruz publicó un artículo de opinión el pasado 26 de junio en el portal de El Nacional, “denunciando” las principales “estrategias” del presidente Nicolás Maduro para mantenerse en el poder, lanzando cuatro señalamientos, cada uno más grave que el otro, pero nunca jamás considerando un escenario en el que Nicolás Maduro resulte reelecto presidente el próximo 28JUL.
Según de la Cruz, el “régimen” emplea el “terrorismo de estado”, persiguiendo, reprimiendo e intimidando dirigentes opositores; utiliza al poder judicial para promover maniobras judiciales, a las que equipara con un “golpe de estado técnico”; sugiere que el gobierno considera la postergación de las elecciones, “mediante dictámenes del TSJ que condicionan la realización de elecciones a la eliminación de sanciones internacionales”; y finalmente, afirma que, “el día de las elecciones apelaría a lo que se ha denominado un megafraude”, el cual “no solo involucra la manipulación de resultados, sino también la cooptación de sectores de la oposición, quienes bajo presiones y promesas de reconocimiento se ven impulsados a validar los resultados electorales, independientemente de su legitimidad”.
Para este personaje, “la manipulación judicial, el aplazamiento de elecciones, la represión estatal y el fraude electoral son tácticas que reflejan un intento desesperado por mantener el poder a cualquier costo. Frente a este panorama, la resistencia interna y la presión internacional son cruciales para contrarrestar la opresión y para promover el restablecimiento de la democracia y el respeto a los derechos humanos”.
Algunas interrogantes invaden nuestro pensamiento ¿Comparte totalmente María Corina Machado el criterio expresado públicamente por su cercano colaborador? ¿Qué dicen los dirigentes políticos de la PU? ¿Seguirán corriendo la arruga para no confrontar a su lideresa?
No queda duda de que Leopoldo López, Juan Guaidó, Julio Borges, Carlos Vecchio y David Smolansky, están preparados para cantar fraude si el presidente Nicolás Maduro logra la reelección y, a tales efectos, han desarrollado un agresivo lobby alrededor de importantes congresistas de los EEUU, quienes liderados por los senadores republicanos Lindsey Graham y Marco Rubio, impulsaron una resolución bicameral declarando “fraude por anticipado” en las presidenciales venezolanas.
Sobre “el papel que le tienen asignado a la ilegítima AN 2015 los personajes más radicales del oposicionismo vernáculo”, estamos persuadidos que entrarán en escena para desconocer los resultados expresados libérrimamente por el pueblo venezolano si estos no favorecen al candidato de la coalición partidista que lidera María Corina Machado.
Todo parece indicar que el plan original ideado por los consejeros políticos más influyentes y cercanos a MCM, sería reactivado ante una eventual derrota de Edmundo González Urrutia.
El argumento invocado a lo interno de la PU sería que “la lucha del bien contra el mal” fue interferida, al impedir la “voluntad de los Dioses del Olimpo”, de que MCM fuera candidata presidencial, ya que sólo ella podía desalojar los “demonios del poder” en Venezuela. Hacia el exterior se activaría una bien planificada campaña mediática denunciando un “mega fraude” electoral como lo señaló el señor de la Cruz.
Ya lo había escrito Carlos Blanco en un artículo de opinión titulado “María Corina: el poder naciente”, publicado por el portal de El Nacional el 10 julio 2023, tres meses antes de la elección primaria de la PU: “Lo más sensato sería prepararse para lo que viene. Y lo que viene -si se contienen a los locos que andan de su cuenta- es la proclamación de María Corina como candidata presidencial de las fuerzas democráticas y la presidente de la República en 2024, si las fuerzas del mal se avienen a lo inevitable. De lo contrario, si MC triunfa y el régimen desconoce ese acontecimiento, la vorágine tendrá la palabra”.