Porlamar
12 de septiembre de 2024





EL TIEMPO EN MARGARITA 28°C






Alfabetización mediática
Pregúntenle a Manuel Rosales y Henrique Capriles, victimas recientes de intensas campañas de satanización y desprestigio, por las que fueron expuestos al escarnio público, ellos y hasta sus familias.
José Gregorio Rodríguez R. jotaerre577@gmail.com

22 Ago, 2024 | El 14 de mayo de este año, los 27 ministros de Cultura de la Unión Europea (UE), propusieron en una reunión en Bruselas, un “código ético” que guíe la actividad y mejore la “alfabetización mediática” de los creadores de contenido conocidos como “influencers”. El impacto de estos personajes preocupa cada vez más en Europa.
Países como España, Francia o Italia, avanzan aceleradamente en la elaboración de legislaciones propias para regular esta actividad, cuyo impacto produce poderosas implicaciones sociales.
Los ministros de Cultura de “Los Veintisiete”, reclamaron un marco regulatorio europeo que garantice el “comportamiento responsable” de esta comunidad que tanto peso ejerce, especialmente en la población joven.
Los ministros del continente europeo pidieron medidas para mejorar la “alfabetización mediática” de los creadores de este tipo de contenido y plantean incluso la posibilidad de crear un “código ético” que regule esta actividad, al tiempo que indican que quieren que las respuestas y soluciones que se propongan tengan un alcance paneuropeo.
“Los europeos pasan cada vez más tiempo online, lo que significa que los influencers que crean contenido para redes sociales, tienen un impacto más grande que nunca, en la manera en que percibimos y comprendemos el mundo”, ha resumido al final del Consejo de Cultura Europeo, el ministro belga Benjamín Dalle.
Esta semana en Venezuela, el tema de la actuación de los influencers, y los mensajes de odio y llamamiento a la violencia difundidos a través las redes sociales, a propósito de los resultados oficiales de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, y los hechos de violencia que a posteriori ocasionaron la muerte de 25 ciudadanos, el destrozo de bienes públicos y privados, como consecuencia de los actos vandálicos del 29 y 30 de julio pasado, ha estado presente en el debate ciudadano.
El proceso político venezolano ha desatado las pasiones, pero no siempre, todos los actores asumen conductas de respeto al adversario, muchos prefieren tratarlo como enemigo, no solo para vencerlo, sino para “desaparecerlo políticamente”.
Tanto es así, que en la Venezuela de estos días, se produce un enfrentamiento en las “nubes”, entre influencers; los que viven en nuestro país, buena parte de los cuales defienden el gobierno del presidente Nicolás Maduro, y los otros, los que radican fuera de Venezuela, especialmente en Bogotá, Madrid y Miami, quienes han hecho de su oficio una manera de ganar dinero, muy buen dinero, pero desatando campañas de desprestigio contra sus adversarios del gobierno y, hasta en contra de sus propios compañeros de la oposición.
Pero no solo contra los opositores que ellos adjetivan como “alacranes”, también han embestido “lanza en ristre”, contra dirigentes políticos que no le son “simpáticos” a quien ejerce la autoridad suprema, por no decir única, del sector opositor nucleado en la Plataforma Unitaria (MUD).
Pregúntenle a Manuel Rosales y Henrique Capriles, victimas recientes de intensas campañas de satanización y desprestigio, por las que fueron expuestos al escarnio público, ellos y hasta sus familias.
Sin contar analistas políticos y reputados intelectuales, como Carlos Raúl Hernández y Luis Vicente León, autoridades universitarias como el padre Arturo Peraza, S.J, rector de la Universidad Católica Andrés Bello y el doctor Giovanni Nani, rector de la Universidad Arturo Michelena, quienes han sido atacados, etiquetados y hasta ofendidos en su reputación y vida personal, por el sólo hecho de disentir de la palabra de la “autoridad única” de la PU.
Ya en febrero 2023, Audrey Azoulay, directora de la Agencia de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), pronunció un discurso ante legisladores, periodistas y representantes de la sociedad civil de distintas partes del mundo, hablando de la necesidad de encontrar formas de regular plataformas como Twitter, hoy “X”, entre otras, para ayudar a que el internet sea un espacio seguro y con información verificada, en una Conferencia que para regular las plataformas digitales en el mundo, fue convocada por la Unesco.
El diálogo global debería proporcionar las herramientas jurídicas y los principios de rendición de cuentas para que las compañías de redes sociales contribuyan al “bien común”, señaló Azoulay en esa oportunidad durante una entrevista con The Associated Press en el marco de la conferencia. “Esto limitaría los riesgos que vemos hoy en día, que vivimos hoy en día, la información falsa y las teorías de conspiración que se propagan más rápido que la verdad”.
Previamente, en 2022, la Unión Europea aprobó un proyecto de ley histórico que obliga a las grandes compañías tecnológicas como Google y Meta, dueña de Facebook, a vigilar sus plataformas más estrictamente para proteger a los usuarios europeos de los discursos de odio, la desinformación y el contenido dañino.
Antes, en 2017, el parlamento alemán aprobó la ley para controlar contenidos en redes sociales (NetzDG), dando primer paso a nivel global. Bajo el principio de indiferencia entre lo que sucede online y lo que sucede offline, el parlamento alemán decidió hacer responsables a los propietarios de las redes sociales por el contenido que suben sus usuarios, especialmente el discurso de odio, la formación de grupos terroristas, la incitación pública al delito, la pornografía infantil, el insulto, la difamación y el uso no consentido de imágenes de terceros, entre muchos otros.
Este debate llegó a América y países como Brasil, Colombia y México, están abordando el tema, y hasta en EEUU, donde a finales a finales de 2020 se habló de una reforma al artículo 230 de la Ley de Decencia en las Telecomunicaciones.
En Venezuela, el debate público sobre esta materia está candente, a propósito de la discusión en la Asamblea Nacional (AN) de la “Ley contra el Fascismo, Neofascismo y Expresiones Similares”, proyecto de Ley que actualmente se encuentra en consulta pública, y tiene como objetivo prevenir futuros actos de violencia que atenten contra la estabilidad del país.
El instrumento jurídico considerado en la AN, consta de cuatro capítulos y 30 artículos, y en ella se establece un artículo sobre las redes sociales que han sido empleadas en las últimas semanas para promover el odio y desestabilizar a la nación venezolana.
En el caso venezolano no sé si será la alfabetización mediática de la que se habla en Europa lo que hace falta, pero es urgente poner coto al “virus del odio” que transita libremente por las redes sociales las 24 horas del día, y logramos construir entre todos una sociedad donde el respeto por las ideas ajenas sea parte de la conducta ciudadana.




Contenido relacionado












Locales | Sucesos | Afición Deportiva | Nacionales | Internacionales | Vida de Hoy | Gente Feliz | 50° Aniversario | Opinión


Nosotros | HISTORIA | MISIÓN, VISIÓN Y VALORES