19 Sep, 2024 | El año pasado por esta fecha, escribí unas líneas en este espacio, con el título de “Nuestra Señora Virgen del Valle del Espíritu Santo”, para referirme a la mala costumbre de llamar “Vallita”, a nuestra Virgen del Valle.
Este año, nuevamente me toca referirme al tema casi que de la misma forma porque, veo que el asunto se ha generalizado de manera preocupante.
El pasado 08 de septiembre se celebraron las festividades de la Virgen del Valle, patrona de la diócesis de Guayana, del oriente del país, de la Armada Bolivariana, de la Universidad de Oriente, de los pescadores y de un importante número de caseríos, pueblos y ciudades en toda Venezuela.
En esta oportunidad, al cumplirse los 113 años de su Coronación Canónica, las festividades en su honor, nuevamente traspasaron las fronteras patrias y la diáspora venezolana, especialmente los neoespartanos diseminados por el mundo, se encargaron de conmemorar la fecha de múltiples maneras.
Las actividades realizadas en Santiago de Chile, Praga, Roma, Lisboa, Miami, entre muchas otras ciudades alrededor del mundo, confirman la “internacionalización” de las festividades de la Virgen del Valle.
Sin embargo, nuevamente algunos periodistas de radio, TV, portales de noticias y en las redes sociales, a los que se sumaron en esta ocasión altos voceros gubernamentales, insisten en llamar “Vallita” a nuestra sagrada Virgen del Valle.
Vale la pena nuevamente subrayar lo que escribiera Heraclio José Narváez, en septiembre de 2011: “Para los cronistas y académicos del estado, así como para todos los neoespartanos, este hecho constituye un acto de irrespeto a la Alta Majestad de nuestra Virgen del Valle (…) Remitimos a nuestros lectores a revisar la extensa bibliografía dedicada al estudio de la Patrona del Sur Oriente de Venezuela; allí se encontrará con el estupendo amigo cronista Régulo Felipe Hernández Cedeño, quien refiere el culto a la Virgen del Valle de Saldaña en España en el siglo V y preserva para los anales la llegada de nuestra Patrona, vista a través de la leyenda y también vista desde la verdad histórica”.
La verdad, son muchos los cronistas, investigadores, religiosos, académicos y devotos en general, que todos los años advierten sobre esta situación porque, como escribiera el pasado en septiembre del año pasado en el portal del Sol de Margarita, Cheo Rodríguez Suniaga: “Existen políticos, comunicadores, personas comunes y quienes utilizan las redes de oficio, que, tratando de ser gratos y aceptados, usan expresiones que pecan de redundantes y en otros casos fuera de lo gramaticalmente adecuado (…) Y una muy común, ridícula y chocante, cuando para referirse a Nuestra Excelsa Patrona La Virgen de El Valle, la llaman ‘Vallita’. De El Valle se refiere a la población donde mora La Virgen María, bajo la advocación de La Virgen de El Valle. De El Valle se le adjudica al territorio de residencia de La Virgen y no a su nombre propio. El Valle no es nombre de persona sino de pueblo. En fin, La Virgen no se llama Valle y, por lo tanto, jamás podría llamarse Vallita”.
Comprendo que esa manera de llamar a la Virgen del Valle, tiene mucho que ver con una costumbre muy venezolana de referirse a la gente por su nombre propio, pero como explicamos hace unas líneas, del Valle se refiere a la población donde se encuentra la figura de Nuestra Señora, Virgen del Valle del Espíritu Santo.
La verdad no se trata de recriminar a los devotos del pueblo, fundamentalmente a quienes nos visitan y a unos cuanto “navegaos” que, a pesar de llamar erróneamente a nuestra sagrada Virgen, lo hacen con devoción y fe, pero, es imperdonable que cometan el mismo error, año tras año, comunicadores sociales y algunos voceros de los poderes públicos de Venezuela.
Nuevamente, junto con Heraclio José Narváez, decimos: “Compartimos las dolencias de Alberto Valderrama Patiño, Iván Gómez León, Rómulo Cardona y Emigdio Malaver por esta insólita actitud y esta afrenta inferida a nuestra Madre Virgen del Valle y digamos con Maximiliano Villarroel: “aclaraba Beto ahorita / con su palabra genial / que a la Patrona oriental / la quieren llamar Vallita / el margariteño grita / sin que su garganta calle / en el mínimo detalle / y sin que nadie se asombre / que su verdadero nombre / es nuestra Virgen del Valle”.
¡SALVE REINA! NUESTRA SEÑORA VIRGEN DEL VALLE DEL ESPÍRITU SANTO
OH CLEMENTÍSIMA, OH PIADOSA ¡OH SIEMPRE DULCE VIRGEN MARÍA!