19 Sep, 2024 | El Cortisol y sus efectos es un tema al que hoy día se le está prestando mucha atención, llegando al extremo de satanizarlo, cuando en realidad es un importante recurso de nuestro ARSENAL Bioquímico que tiene, biológicamente hablando, la misión u objetivo de procurar nuestra supervivencia.
El cortisol o "la hormona del estrés", es producida por las glándulas suprarrenales, ubicadas en la parte superior de los riñones, y su función es ayudarnos a mantenernos vivos y a responder a situaciones que se consideran retadoras o peligrosas, ya que nos permite contar con la capacidad energética y preparar a nuestro sistema biológico para enfrentar esos desafíos.
La otra cara de la moneda se presenta cuando los niveles de cortisol se mantienen elevados durante períodos prolongados, lo que puede ocasionar una serie de problemas para la salud. Lo mismo ocurre cuando presentamos deficiencia de cortisol.
El estrés y el cortisol están estrechamente relacionados. Cuando vivimos una situación que demanda nuestra atención, con elevados niveles de urgencia (estrés), entonces nuestro cuerpo libera cortisol como parte de su respuesta natural y necesaria.
Por ejemplo, imaginemos que somos presa de un depredador que nos persigue, en consecuencia, necesitamos agudizar nuestros sentidos para detectarlo, sudar para refrescar el cuerpo e incluso poder resbalarnos en caso de ser atrapados por él. Debemos acelerar nuestro corazón y la respiración para llevar oxígeno a todos nuestros órganos y músculos, junto a la energía que puede brindar la glucosa combustible, para potenciar nuestra capacidad mental y física, y poder así luchar o huir de ese peligro. Lo mismo ocurre en caso de que seamos nosotros los depredadores. Necesitamos incrementar nuestra capacidad funcional ante la situación estresante de ir tras una presa.
Pues este programa biológico arcaico, existente en nuestro cerebro, no distingue entre un Lobo que nos persigue y el cobrador de una deuda que toca nuestra puerta o que nos llama constantemente al celular.
Como puedes ver, este mecanismo de defensa es esencial para nuestra supervivencia, pero el problema surge cuando el estrés se vuelve crónico. Desde el momento que se activa hasta niveles que realmente no corresponden con la gravedad real que puede tener el problema que estemos enfrentando.
Ante la presencia de cualquier síntoma debes visitar a tu médico, para que te evalué, realice los estudios necesarios y señale el tratamiento a seguir. Jamás acudas a la automedicación.
Ahora bien, si en este o cualquier momento sientes stress hay un ejercicio que te comparto y que puede ayudarte a controlar el estrés y drenar las sensaciones a nivel corporal para ayudarte a retomar el equilibrio natural.
Primero Cierra los ojos, respira y conecta con las sensaciones que aparecen en tu cuerpo.
Acto seguido, revisa cómo son esas sensaciones y descubre cómo entender los mensajes internos que te da tu cuerpo. ¿Cómo es tu respiración? ¿Cómo está tu estómago? ¿Tienes el pulso acelerado? ¿Sientes tensión en hombros, espalda, brazos o piernas? ¿Tienes las manos frías o calientes?
Ve revisando cada parte de tu cuerpo y las sensaciones que allí habitan.
Luego permite esas sensaciones, déjalas ser, y en pocos segundos se irán transformando hasta desaparecer. Acéptalas, no las interrumpas, y así el cuerpo seguirá el proceso natural de recuperación de su equilibrio.
Finalmente, cuando se hayan transformado, haz varias respiraciones profundas y regresa al momento presente, abriendo los ojos y conectando con el aquí y el ahora.
Puedes repetir este ejercicio siempre que sientas que el estrés se apodera de ti.
Si tienes interés en algún tema específico puedes escribirme por mis redes sociales @bio_rafael06 o al correo rafael.biomagnetismo@gmail.com y con gusto los iremos tratando.
Este artículo tiene fines informativos. No debe ser considerado como forma de diagnóstico, prescripción o tratamiento médico o psicológico. Si es de su interés el tema aquí tratado debe antes consultar con el personal calificado.