Iván Gómez León --- iegomezleon@gmail. com
4 Feb, 2025 | El mes de Febrero tuvo para el poeta y cuentista Régulo Guerra Salcedo una significación muy especial: el 4 de 1943, marcó su nacimiento en la comunidad de Los Robles, Municipio Maneiro, y el 13 de 1983, rindió su vida en Maturín, Estado Monagas, en plena efervescencia creadora, a la edad de 40 años.
Su trayectoria fue magistralmente registrada por el afanoso historiador pampatarense Rosauro Rosa Acosta en su máxima obra titulada Diccionario Margariteño Biográfico, Geográfico e Histórico, formando parte de la Colección Contemporánea “Gustavo Pereira” N° 1, del Fondo Editorial del Estado Nueva Esparta, 1996, pp. 184-185. De esta obra tomamos las siguientes referencias:
*Inició sus estudios en la escuela “Víctor Cedeño”, de Los Robles, y secundarios en el liceo “Dr. Francisco Antonio Rísquez”, de La Asunción. Se inscribió en la Escuela de Letras, Facultad de Humanidades y Educación, de la Universidad Central de Venezuela, Caracas, pero no los concluyó.
*A partir de entonces, se orientó por el ejercicio de la docencia a nivel de educación secundaria. Fue Profesor en liceos de Porlamar, Araya y Maturín.
*De su trayectoria intelectual señalamos lo siguiente: Se inició escribiendo en las páginas literarias de la Isla de Margarita y del Oriente. La secuencia de la aparición de sus libros y otros significativos detalles, que hemos elaborado y ordenado, fue la siguiente: En 1966: Los días inciertos, por la Universidad de Oriente. En 1970: Sueños como de lluvia. Porlamar. En 1973: En el prestigioso Certamen de Cuentos del diario El Nacional, Caracas, el Jurado recomendó, a manera de mención especial, la publicación de su obra titulada: “Antier se pudrió Felipe Franco”. En 1982: Ese pueblo que duele. Maturín. En 1986: La Asociación de Escritores de Venezuela, Seccional Nueva Esparta, recogió en un Cuaderno algunos de sus poemas seleccionados por el Licenciado Iván Gómez León, con el título de: El grito de la sangre dormida que tenía sed. En 1991: El Fondo para el Desarrollo del Estado Nueva Esparta (FONDENE) publicó en su Colección Madreperla Los peces tienen sed.
A esta brevísima relación de su trayectoria debo agregar unas notas muy personales: Con Régulo me unió una amistad entrañable, iniciada en la península de Araya, Estado Sucre, cuando, en el año 1971, como Director del Instituto Araya, adscrito a la Empresa Nacional de Salinas (ENSAL), me correspondió incorporarlo a su personal docente. Las múltiples circunstancias vivenciadas en esta comunidad de pescadores artesanales, animaron y enriquecieron su obra creativa: Felipe Franco reproduce la imagen de un pescador arayero y la persistente referencia a “los peces” y a “la sed”, los personificó en los estudiantes del liceo y en la necesidad de calmarla mediante la educación que recibían en nuestras aulas.
Régulo siempre se acompañaba con un cuaderno “de a locha”, como decíamos en nuestros tiempos infantiles, y allí registraba sus inquietudes, pareceres, preocupaciones, cualquier ramalazo memorístico y audaces expresiones metafóricas, obra de su creatividad e ingenio. En una oportunidad me dejó a guardar uno, se olvidó y allí quedó en mi desordenado archivo. Con motivo del tercer aniversario de su muerte, 1986, recuperé aquellos manuscritos y se los presenté a Rosauro Rosa Acosta, precedido de unas notas prologales, quien, en su carácter de Presidente de esta venerable institución, inmediatamente ordenó su edición.
Régulo debió retornar a Maturín y allí continuó ejerciendo la docencia. En el Liceo Isnardi construyó en una de sus áreas verdes un jardín muy especial representando al mapa de Venezuela, que regaba todas las mañanas antes de trasladarse al aula de clases. En la mañana de aquel fatídico 13 de febrero de 1983, en el cumplimiento de tan amorosa tarea, la sobrevino un infarto cardíaco fulminante y su cuerpo se desplomó sobre las tiernas flores que después adornaron su féretro. Luego sus restos fueron trasladados al cementerio de Los Robles.
Los medios de comunicación anunciaron su muerte y nosotros, en la Isla de Margarita, lamentamos este trágico final. A escasos tres meses de su partida, Chevige Guayke, le dedicó un artículo titulado “Vuelta de Hoja: Los Días Inciertos” que publicó en el diario El Nacional, Caracas, en su edición correspondiente al viernes 6 de mayo. Por su parte, el poeta José Lira Sosa le rindió homenaje en su columna “Granos de Sal” publicada en el diario Sol de Margarita, en la edición del miércoles 16 de octubre de 1985. El destacado poeta, escritor, docente universitario y destacado investigador de nuestra historia y cultura, Efraín Subero, al reflexionar sobre la obra intelectual cumplida por Régulo Guerra Salcedo, admitió que su canto poético fue originalísimo y de estimarle algún antecedente, muy bien pudiera ser localizada en la obra anunciadora de destellos aurorales de Luis Castro, fallecido también a edad temprana y cargando un espíritu superior que, al igual que en Régulo, no pudo explosionar y regarse por el mundo de la literatura.
Valdría la pena -recado a la Asociación de Escritores de Nueva Esparta- rescatar y editar la obra intelectual de Régulo Guerra Salcedo, que en su mayor parte permanece inédita, requiriendo, en primera instancia, del apoyo entusiasta de sus familiares.
Nuevo Chimbote, Perú, 2 de febrero 2025.