18 Jul, 2016 | Así, como Pampatar, Juan Griego tiene su Cerro Vigía, que también es conocido como La Caparrosa, La Galera y, La Pintura. Se trata de un pequeño macizo de 200 metros de altura, al norte de la población, y es uno de los que encierra las bahías de La Galera y Juan Griego. (Gómez A. 2001).
Para 1815 contaba en su cima con un puesto de observación dotado de cañones que le permitía a los soldados apostados en ella, divisar las naves que se acercaban, de allí su nombre. El de Caparrosa, posiblemente se deba al mineral del mismo nombre que allí se encuentra, y que es un sulfato ferroso de color verde. Asimismo, se conoce como La Galera, porque según Alejandro de Humboldt, en su obra “Viajes a la Regiones Equinocciales del Nuevo Continente”, tiene su origen a causa del bajel de Colón que había fondeado en sus parajes. Y pintura, debido a que en sus faldas hay vetas de minerales de diversos colores, otrora, utilizados por gente de Juan Griego y otros pueblos para pintar sus casas.
Lo que poco se conoce de este cerro, es que formó parte de un sistema de señales para comunicarse, a través de la isla, entre las diferentes fortificaciones. De ello da testimonio el expedicionario británico Charles Brown, quien llegó a la Isla, junto con otros compañeros, a fin de cooperar con los defensores en la preservación de su libertad recién conquistada: (Lárez G. 1980) “En el vértice de una montaña, está la Casa de Señales desde la que obsérvanse las embarcaciones que vienen hacia la costa y hacen las señales convenidas, dos hombres allí estacionados durante el día. Gracias a estas señales, o especie de telégrafo con motivo de acercarse a Juangriego unos buques que se creían españoles se logró reunir en dicho puerto, durante el espacio de una hora, 1.000 hombres armados que afluyeron desde diversos puntos de la isla (…)”. Del cerro El Vigía se hacían señales de humo, con banderas o un disparo de cañón, que eran descifradas en el Fortín España en Santa Ana del Norte, luego transmitidas y observadas en el portachuelo, donde estaba ubicada una batería, y de allí a los Fortines de La Asunción, desde los cuales se recibía en el Castillo Santa Rosa de La Asunción, hasta que por último se captaba en el Castillo de Pampatar.
En la actualidad nada se sabe del puesto, tan solo existe un cañón que debe ser preservado, y ubicado en el sitio donde se encontraba junto a la Casa de Señales, que refiere el capitán Brown, pues hay evidencia que fue removido de su lugar original. Esta tarea corresponde a la Gran Comisión Bicentenaria, la cual ha de fomentar una ruta turística-cultural que dé a conocer esta etapa de nuestra historia, ya que la batería establecida en el Cerro El Vigía, formaba parte, junto al Fortín de La Libertad, al centro, y el de la Puntilla al sur oeste, un efectivo sistema de defensa que cerraba ambas bahías con fuego cruzado cuando fuese necesario, el cual, por razones de espacio, trataré en otra oportunidad.