9 Dic, 2013 | En un entorno tan cambiante e incierto como el que vivimos, la creatividad y la flexibilidad son esenciales para ser exitosos. ¿Cuándo fue la última vez que aportaste una idea genial en tu trabajo? ¿Promueves las nuevas y buenas ideas en tu equipo de trabajo?

¿Te consideras creativo? Para muchos es un tema reservado a los locos, los irreverentes, los raros, gente de mercadeo o publicidad, los niños. A otros les da miedo pensar y hacer diferente, ser excluidos del grupo. Es el precio que han pagado los que se atrevieron a soñar distinto y gracias a ellos es que la humanidad ha hecho avances y descubrimientos importantes.

Todos somos creativos por naturaleza es la mejor prueba de lo divino en nosotros. Creamos a partir de lo que creemos e imaginamos todo el tiempo. Henry Ford decía "Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto". Así que vale la pena invertir en un entrenamiento de nuestro músculo creativo:

· Donde pones tu corazón es donde eres más creativo. Aclara lo que quieres y mantén tu intención para que la creatividad juegue a tu favor.

· Acaricia tus sueños.

· Aprende de otras áreas de conocimiento y de personas diferentes a ti.

· Pasa tiempo en la naturaleza.

· Cultiva algún arte: fotografía, música, dibujo, pintura, etc.

· Si tienes hijos, juega con ellos, échate al piso, ellos son nuestros mejores maestros en creatividad.

· No escuches a los espicha sueños.

· Date tiempo y espacio para crear, acondiciona tu oficina para favorecer el estado mental creativo.

· Juega con las ideas, ten una libreta a mano para que tomes nota de lo que se te ocurre.

· Hazte más preguntas y abandona tus certezas, deja que las nuevas ideas se vayan revelando como cuando haces un rompecabezas.

· Practica meditación.

· Abrete a lo posible, ensaya lo diferente, allí están las salidas a tus problemas.

· Diviértete y relájate, la rigidez es lo opuesto a la creatividad.