6 Jun, 2014 | Las emociones son energía en movimiento que nos predisponen para actuar de manera diferente. Por ejemplo, no es lo mismo moverse desde la tristeza que desde la rabia. Entonces el buen manejo emocional no tiene que ver con controlar o reprimir las emociones, sino con contenerlas, expresarlas y canalizarlas favorablemente hacia lo que queremos, si quedarnos pegados en la ira o la depresión, por ejemplo.

Tip 2: No hay emociones buenas ni malas, todas nos sirven para algo, dale el espacio a cada una para tener una buena vida. La tristeza para reflexionar y recogernos en nosotros mismos, la rabia para movernos hacia lo que nos apasiona y poner límites a lo que no está bien para nosotros, el miedo para ser prudentes y protegernos, la alegría para encontrarnos y celebrar con otros. ¿Cuál emoción no te gusta experimentar y expresar? ¿Qué crees que te puede pasar si lo haces? ¿Qué consecuencias te trae en la vida?

Tip 3: Las emociones son como las olas, para surfearlas necesitas agarrar la ola bajita si no te va a revolcar. Mientras más intensa la emoción, más fácil es explotar y dar malas respuestas. ¿Cómo reconoces qué estás sintiendo? ¿A qué señales puedes estar atento para atajar tu emoción a tiempo?

Tip 4: Tus emociones son tuyas y es tu responsabilidad hacerte cargo de ellas para encontrar bienestar. Una cosa es lo que ocurre y otra cómo reaccionas ante eso que ocurre. El suceso, la acción del otro no son más que gatillos que disparan tu contenedor emocional. ¿Cuántas veces has culpado a otros de lo que sientes? ¿Qué te dices a ti mismo sobre lo que acontece? Lo que te pasa a ti te pertenece y ya estaba en ti.

Tip 5: Lo que experimentas es producto de tu interpretación de lo que sucede, si aprendes a poner pausa y reconoces tu responsabilidad puedes elegir una mejor respuesta emocional. ¿Cómo tu manera de ver la situación se relaciona con las emociones que experimentas? ¿Qué otra lectura diferente de los hechos podrías hacer? ¿Cómo eso impactaría tu emoción y acciones posteriores?