El tiempo recobrado
Vida de Hoy

El tiempo recobrado

Elizabeth Pazos

15 Dic, 2013 | Algunas veces nos toca acompañar en su viaje terapéutico a quienes teniéndolo todo, se sienten acosad@s por unos deseos de satisfacción irreales.

Defino “teniéndolo todo”: disfrutan de buena salud, gozan de entradas económicas que les permiten estar más allá de la supervivencia y disponen de la compañía de alguien que l@s ama pero con quien curiosamente no son capaces de disfrutar de compenetración espiritual. Sienten una gran soledad que no son capaces de manejar, relacionada con una sensación de inadecuación personal que muchas veces tiene sus raíces en el pasado.



Como ya estamos en vísperas de la Navidad, y Navidad viene de “Natividad”, es decir, de nacer otra vez, recomendamos hacer las paces con nuestros sutiles fantasmas y dedicarnos a compartir con nuestros seres queridos, aprovechando que la ocasión es propicia para festejar y expresar el amor que sentimos y que pocas veces expresamos.

Pero eso sí, procuremos no evadir esa sensación de desamparo escondiéndonos tras las hallacas, los brindis y las rumbas sostenidas. Dediquemos un espacio para contactar nuestra intimidad y enfrentar esos arranques de tristeza tan frecuentes en estos días; tratemos de ver si existe realmente una causa para nuestra infelicidad.

De estar allí como una mancha ladrona en nuestra psique, hay que desalojarla, entregarla al fuego de la dicha que se encargará de darle un uso adecuado. Si es real, identifíquenla, casi siempre tiene nombre y apellido. Por lo demás que el espíritu de la Navidad nos impregne de amor y obsequie paz y abundancia.

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