Por la defensa de nuestra identidad y valores que nos identifican como pueblo. / Foto: CORTESÍA

20 Jun, 2015 | "Esta es una Isla de risa/ Se llevan todo lo tuyo/ y uno da las gracias/ Gracias DON/ este es el precio de la risa", así lo leemos, lo entendemos, lo interiorizamos y queremos compartir este poema del siempre recordado Felito (Ángel Félix Gómez) que con el nombre de "Gracias Don por el favor que nos hace", forma parte de su poemario Cansado de tanta muerte, y en el cual resume la tristeza que nos da, por lo que pasa y que ha pasado desde siempre; fue así con los europeos cuando nos cambiaron pedazos de lozas y espejos por perlas, luego se aprovecharon y se han aprovechado y quieren seguir aprovechándose de esa parte ingenua que todavía gravita en nuestros genes. Es tal el menosprecio por nuestra identidad, que la angustia se hace más densa cuando son los coterráneos quienes más contribuyen a que se ultraje, se menosprecie y se invisibilice.

Nuestra identidad es el cimiento en el que se sostienen todos los rasgos significativos de nuestra margariteñidad, que viene a ser un sentimiento característico de todos los nacidos aquí, y de los que han venido allende los mares, la sienten, la viven, la comparten y la defienden, y que he definido como "una práctica que atestigua la lealtad, la probidad y el apego a unos valores que viabilizan y proporcionan un comportamiento que gira alrededor de una pasión inculcada de generación en generación, por nuestra insularidad".

Esta es y debe ser nuestra bandera de lucha, tenemos una responsabilidad con las generaciones que vendrán y nos pedirán cuentas, por eso:

Me duele la margariteñidad por la agresión continua a nuestros valores de identidad.

Me duele la margariteñidad por el deterioro y mal uso de nuestro patrimonio cultural neoespartano.

Me duele la margariteñidad por la indiferencia ante la desaparición de nuestras costumbres y tradiciones.

Me duele la margariteñidad, porque en nuestras escuelas y liceos no se enseña la Historia Regional.

Me duele la margariteñidad por la paralización por falta de presupuesto de instituciones culturales de tradición e importancia.

Me duele la margariteñidad por la descalificación constante a las instituciones culturales no oficiales, garantes de preservar nuestro acervo cultural.

Me duele la margariteñidad cuando no es tomada nuestra identidad para las planificaciones turísticas.

Me duele la margariteñidad por la atomización de nuestra cultura, cada quien defiende su parcela.

Me duele la margariteñidad por el estado deplorable de nuestras bibliotecas y archivos.

Me duele la margariteñidad por la poca o nula difusión de nuestra música en los medios de comunicación y espacios recreativos.

Me duele la margariteñidad por el mal trato e irrespeto de nuestros Patrimonios Culturales vivientes.

Me duele la margariteñidad por el secuestro de los espacios culturales.

Me duele la margariteñidad por la pasividad ante la constante invasión de costumbres foráneas.

Me duele la margariteñidad por el maltrato y cambio constante de nuestros topónimos.

Me duele la margariteñidad por el descuido de nuestras obras de arte.

Me duele la margariteñidad por el deterioro de nuestro medio ambiente.

Me duele la margariteñidad por el irrespeto constante a la religiosidad de nuestra Virgen del Valle.

El compromiso es de todos en los que habita este sentimiento de margariteñidad, somos un gran pueblo valeroso y que se ha mantenido a flote por la calidad de valores que anida en el espíritu de sus hijos; que en las malas levantamos ánimos y defendemos lo nuestro, así ha sido y debe ser por siempre. Mi corazón tiene forma de Isla de Margarita… y su identidad corre por mis venas.

Grageas para estar al tanto…

Guainamal es una quebrada, un fundo y sitio ubicado en la Península de Macanao, la ley que crea el Distrito Península de Macanao el 14 de diciembre de 1974, le da la categoría de Caserío adscrito al Municipio San Francisco.