Afirman que el ajuste debe ir de la mano de políticas integrales que generen el menor impacto en los sectores vulnerables. / Foto: VANESSA RANGEL

14 Dic, 2013 | Recientemente, el vicepresidente ejecutivo Jorge Arreaza invitó a distintos sectores de la sociedad a iniciar un debate respecto al tema del costo de la gasolina, asomando el escenario de un posible aumento que favoreciera un equilibrio de la economía.

Asdrúbal Oliveros, economista y director de Ecoanalítica, consideró que el debate no debe centrarse únicamente en el tema de un incremento en el precio, sino que deben incluirse otras aristas.

“Es positivo que se inicie el debate, el cual presenta el tema de ajuste de precio, pero tiene además otras aristas. Debe considerarse qué se hará en términos de políticas públicas: de transporte, de seguridad en el transporte, quiénes serían beneficiados y perjudicados por una medida de aumento”.

Explicó que “otra arista tiene que ver con la revisión de la política petrolera venezolana, específicamente la venta de petróleo subsidiado a terceros países que ha generado malestar en mucha gente, revisar esos subsidios. La última incluye la rendición de cuentas. Es decir, qué vas a hacer con el dinero que vas a obtener desde el incremento del precio de la gasolina, a qué lo vas a destinar”.

Oliveros señaló que si el debate se limita al incremento del precio, sin mirar los otros tópicos, no terminará siendo una medida provechosa para la sociedad.

Agregó que parte del hecho que debe revisarse es que con la gasolina se aprecia un subsidio “regresivo”. Es decir, que “en la medida que eres más rico, más te beneficia este subsidio”. A su juicio, esta política no tiene sentido ya que “los subsidios deben estar pensados para los sectores más vulnerables y no para los que más tienen”.

El entrevistado confirmó que, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la gasolina venezolana aparece en el ranking como la más barata del mundo, con un costo de un centavo de dólar por litro a la tasa de 6,30 bolívares por dólar.

El tema del aumento del combustible comienza a ser discutido por distintos sectores de la colectividad con opiniones encontradas.

Willmer Castillo, conductor, llena el tanque de su carro con 2,50 bolívares; consideró que un precio justo sería de 10 bolívares.

Por su parte, Will González, conductor de una unidad de transporte, estaría de acuerdo si esta medida no implica un aumento generalizado de precios en alimentos y otros insumos.

Oswen Ruiz, motorizado, no está de acuerdo con un aumento argumentando que Venezuela es un país productor de petróleo