La selección nacional cayó 4-2 ante Bolivia, en la Paz. / Foto: EFE

12 Nov, 2015 | Para una parte de la afición y seguidores del fútbol venezolano están encendidas las alarmas luego de la tercera derrota en fila del combinado nacional en las eliminatorias premundialista a Rusia 2018, y para otros es una mala racha que el director técnico Noel "Chita" Sanvicente tendrá que superar.

Digo esto porque me parece antiético que un grupo de colegas, nuevamente traten de influenciar a los que apoyan a la escuadra nacional para justificar un posible cambio en el cuerpo técnico, que apenas comienza un proceso, así como lo hicieron cuando ya no les parecía el estilo del "profe" Richard Páez.

Cuando dicen que la actual dirección técnica no tiene una identidad, que sus planteamientos tácticos no son contundentes sobre el campo de juego y que la brújula que nos señalaba el camino hacia el primer mundial se averió, me pregunto. ¿Acaso están del lado de aquellos jugadores que se han apartado por propia voluntad o inventando lesiones?.

Más allá de especulaciones lanzadas por periodistas tuiteros que se han desbocado lanzando pronósticos oscuros en torno a la selección, se debe de decir con responsabilidad que ciertamente hay cosas que revisar, pero no de parte del cuerpo técnico que considero que es uno de los más serios, al menos en los últimos tiempos, que tiene una filosofía de juego.

Hay muchos colegas habladores de pistoladas que con el fin de figurar o de ganar importancia en las redes sociales son capaces de dejar aún lado la tan alardeada objetividad, para estar de parte de los mercenarios del fútbol venezolano que ven el balompié local como una hacienda feudal.

Es muy fácil opinar y hacer leña del árbol caído cuando las cosas andan mal, pero son capaces de dar aportes constructivos. La prensa deportiva venezolana sufre de “divismo” que roza el éxtasis cuando las cosas marchan mal, y es ahí cuando lanzan análisis descabellados, comentarios sin argumentos y reportajes fantasiosos.

La opinión pública necesita de verdaderos periodistas, que sean serios, y no se crean la noticia al tratar de eclipsar a los que realmente escriben la historia. De esos no se necesitan, puesto que ponen por delante sus preferencias para emitir opiniones que pueden lesionar o afectar de cierta manera un entorno.

La derrota 4-2 ante Bolivia se debió a muchos factores, pero eso sólo el director técnico lo sabrá y los análizará, no es momento para crucificar a un proceso que apenas inicia, pero como el anterior ciclo tuvo, indudablemente sus éxitos, y tratar de inevitablemente hacer odiosas comparaciones parece un lugar común.

Para los opinadores de oficio, el resultado los alarma, dicen que es un retroceso, pero ¿Acaso el cuarto lugar de la Copa América 2011 nos llevó al Mundial de Brasil 2014 o la victoria ante Argentina subió el nivel de la liga local?. Pido únicamente un poco de sensatez.

A todas luces, estamos en presencia, no de una discusión coyuntural por un inicio nada favorable, sino que algunos “periodistas” piensan en el futuro, de lo que pudiera pasar en la Federación Venezolana de Fútbol, si llega a cambiar de presidente; y como es de suponer, buscan asegurarse un trato privilegiado y acorde al esfuerzo desmedido que hacen en redes sociales.

Criticar es muy fácil, pero meditar comentarios que aporten, una crítica constructiva se hace cada vez más escasa en una sociedad venezolana que parece inmiscuida en una constante diatriba diaria y que el deporte, en este caso particular el fútbol no escapa, la polarización del país ha tocado al balón, no lo manchó, pero es peor, trata de desinflarlo, de la misma manera como intenta desalentar al hincha más optimista y fiel de la Vinotinto.