En 1971 se casó con Francys Figueras, una mujer con quien se reencontró pues la conoció en su infancia ya que son parientes lejanos. / Foto: ARCHIVO

20 Dic, 2015 | Miguel Ramón González ha tenido una vida llena de anécdotas y es que no cualquiera pueda jactarse de ser parte crucial de la historia venezolana. Este locutor que echó raíces en la Perla del Caribe sigue siendo un crítico de la política venezolana y continúa viviendo de ese amor que lo atrapó en tierras insulares.

Desde pequeño tuvo interés en la locución. Recuerda que a su maestra Petra Salah le gustaba su lectura y un día le dijo: “Vas a ser locutor”, esas palabras lo marcaron.
Aunque siguió estudiando hasta segundo año de bachillerato, su interés por la locución fue más fuerte. Durante esa época, Carúpano tenía un comercio floreciente por la exportación del cacao y se instaura Radio Carúpano.

No pasó mucho tiempo cuando comenzó a colarse en los pasillos de la empresa trabajando de “utility”, pero con el norte fijado en los micrófonos. Durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez presentó el examen de locución por parte de la Comisión Supervisora de Radio y en el año 1954 comenzó a trabajar en esta emisora.

A través de la radio comenzó su vida política. Miguel Ramón González recuerda que los locutores debían estar muy preparados, por lo que se hizo un amante de la lectura y a través de ésta comenzó a comprender las distintas doctrinas políticas y a comprender el acontecer de su propio país.

Empezó a interesarse por la política, comenzando a notar que lo que sucedía en el país bajo el régimen de Marcos Pérez Jiménez no era lo correcto, por lo que pensó en el cambio.

Con la llegada de la democracia, se fijó en ciertos políticos como Jóvito Villalba, quien a su juicio tenía un verbo elocuente, por lo que se integró a Unión Republicana Democrática (URD); sin embargo, con la llegada del Gobierno de Amplia Base, decidió dejar de militar en éste y se unió a la izquierda, pero fuera de partidos.

En este momento que forma parte fundamental del estallido social llamado “El Carupanazo”, durante el período conocido como la Lucha Armada en Venezuela. Con valentía tomó las instalaciones de Radio Carúpano y con viva voz reclamó que el presidente Rómulo Betancourt entregaba el petróleo venezolano a los Estados Unidos.

Ante esto, fue apresado ocho meses en distintos recintos reclusorios de los estados Anzoátegui y Bolívar; también fue torturado en Los Chaguaramos, tanto físico como mentalmente.

Siendo el más joven de los rebeldes, fue sometido al Tribunal Militar, siendo liberado porque no había motivos para mantenerlo preso. Según González, aunque muchos identificaron su voz a través de la radio, nadie lo vio y sin testigos no podían enjuiciarlo.

Mientras residía en Caracas y luego de un tiempo lejos de los micrófonos, por medio de un amigo supo de la inauguración de Radio Margarita (actual YVKE Mundial).

En éste logró un cargo importante, pero siempre con su espíritu revolucionario y en favor de los empleados, formó un sindicato de trabajadores de la radio, lo que no cayó en gracia de los directivos de las radiodifusoras, por lo que fue despedido de ésta. No obstante, continuó trabajando en las emisoras radiales por muchos años.

Siendo un conocedor de la historia del país, consideró que el Gobierno actual lleva a cabo una “política horrible dirigida por ineptos cargados de odio”.

González fue un creyente del proyecto del presidente Hugo Chávez, pero ahora opina que es necesario un cambio inminente.

“El país necesita de un sacrificio colectivo, como se hizo durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, pero esta vez sin violencia”.

Amor

Miguel Ramón González nació el 2 de octubre de 1938 en Carúpano, estado Sucre; hijo de Pedro Ramón González y Esperanza de Gil, tuvo siete hermanos. Se casó con Francys Figueras en Margarita, a quien señala de ser la culpable de haberse quedado en la Isla. Con ella tuvo su hijo Raúl Ernesto. Además de un matrimonio anterior tuvo a Miguel, Jesús y Alfredo. Tiene nueve nietos y cuatro bisnietos.