2 Abr, 2017 | “Que el Heredero se está jugando a Rosalinda no me queda ninguna duda, sobrino, y eso me lo confirma lo que ha pasado en estos últimos días”. El tío Caballo Rojo llega dando resoplidos. Lo noto, más que furioso, que lo está, preocupado.

“Es que esta gente actúa como fiera herida y está dando zarpazos en un intento desesperado por mantenerse en el poder, convencidos como están de que el momento de rendirle cuentas al pueblo se acerca de manera inexorable”.

Argumenta que, por esa sencilla razón, el mismo día en que los representantes de los demás países del continente debatían la situación de Venezuela, el Supremo, en una descarada violación a la “Bicha”, convertía al Heredero en Amo y Señor de la República y a nosotros, el resto de los mortales que aquí sobreviven, sujetos expuestos a sus caprichos.

“El Mirón del pajarito puede, a partir de esta semana, meter preso a quien le dé la gana sin fórmula de juicio, suspender indefinidamente las elecciones, disponer de los recursos, bienes y riquezas del país a su leal saber y entender sin darle cuenta a nadie. Como ya hemos dicho antes, perdida la confianza y la fe de la mayoría de los venezolanos, recurrirá y de hecho lo viene haciendo, a la represión”.

Apunta que ya ni siquiera le preocupa guardar las apariencias. Justo el día en que las demás naciones americanas debatían sobre la violación de los derechos civiles, democráticos y humanos acá, el régimen daba este golpe al Estado de Derecho.

“Unos amigos estudiados en la materia me comentaron que ahora la necesidad del Heredero y sus compinches por mantenerse en el poder es mayor, pues con cada decisión de esta naturaleza que toman, más se hacen reos de delitos que llaman de lesa patria y lesa humanidad. Cuando pregunté con que se comía eso, me explicaron que los primeros son acciones que atentan contra la paz y seguridad de la nación y los segundos tiene que ver con el maltrato, tortura y vejación de las personas, cosas que se han venido haciendo cotidianas aquí”.

Según Caballo, se aferran tanto al poder porque saben que el día en que lo suelten, quedarán presos porque los fulanos delitos no tienen fecha de vencimiento.

“Lo cierto es que esto se parece al juego de truco. En la OEA lo cantaron, el régimen dijo 'retruco' y dejó que se le viera la 'espadilla' con la intención de intimidar. Ahora toca al país decidir si bota tierrita y no juega más o, por el contrario, replica con un sonoro y contundente 'quiero y vale juego' y enseña la reserva”.