Chirinos: "Estoy donde quiero estar". / Foto: CORTESÍA

17 Abr, 2017 | El espíritu de un autor romántico se mezcla con pop y ritmos caribeños para dar vida a ese "yonosequé" que tiene la música de William Chirinos. Él dice que no sabe lo que pasó, pero la conquista es orquestada. Aquí se combinan el saber y la magia con la que se consigue crear un tema seductor, de esos que terminan con un beso en el medio de la pista de baile.

La leyenda dice que "Yo no sé lo que pasó” es una historia real, más no personal, que narra el sentimiento inesperado que surge entre dos amigos que comienzan a gustarse. Si la anécdota es suya o ingeniosamente robada importa poco, porque él ha sabido darle vida y ahora inspira el primero de muchos temas que estarán en su nuevo álbum producido por Ali Ochoa, cuya constante es la mezcla.

En este sentido, Chirinos busca fusionar pop latino con géneros como la gaita y el afro venezolano. Con esta propuesta hará una gira por España a principios de primavera, con la que espera ir conquistando a su público.

Lo que hace a William tiene mística. Es música romántica, reflexiva y que de alguna manera a través del Caribe consigue hablarnos de todo el continente americano. De esa belleza de ser latino, y sobre todo, en su caso, de ser latino esté donde esté.

Un maracucho en Zúrich

William Chirinos nació y creció en Maracaibo entonando canciones de Colina y tocando el órgano con su abuelo. Fue él quien abrió sus ojos al mundo de la música. "En cierta forma, descargó en mí sus propios sueños. Fue una influencia muy importante para mí", dice.

El cantante es un enamorado de la alegría, el orgullo y el humor del zuliano, cualidades que reconoce en su familia. Sin embargo, el corazón lo ha llevado a vivir en Suiza con su esposa, quien nació allí. Ambos se conocieron en Argentina cuando William grababa su primer álbum. "Vivir aquí ha sido una experiencia muy interesante. Estoy muy agradecido con este país", comenta en una frase alegre, de esas que se dicen con el corazón roto.

Quien ha dejado a su país sabe que el proceso es duro. Por eso, ver a Chirinos homenajear sus raíces es un placer. Las calles de Zúrich están un poco más calientes gracias a este maracucho que dice Caribe cada vez que puede, ¡y con todo el orgullo! Él está decidido: "este proyecto empezó y me veo logrando cosas importantes. Siempre he estado buscando que lo que hago suene a William Chirinos, y creo que lo he conseguido".